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La compañía Generali Global Assistance Inc. acordó pagar casi $ 5,9 millones para resolver aparentes violaciones de las sanciones de Estados Unidos a Cuba, en un acuerdo que, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, subrayó la necesidad de que las empresas sean conscientes de los riesgos de sanciones indirectas.
El caso autoinformado está relacionado con los reembolsos de seguros relacionados con Cuba que el proveedor de servicios asociados a los viajes con sede en San Diego envió a través de una filial canadiense en un intento de evitar las sanciones de Estados Unidos, dijo el jueves la Oficina de Control de Activos Extranjeros del departamento.
El monto total de las transacciones prohibidas fue bajo, pero las aparentes violaciones fueron intencionales, lo que lo convierte en "un caso indignante", dijo la OFAC. Generali había incluso codificado el proceso de pago indirecto para pagos relacionados con Cuba en su manual de procedimientos, según el organismo de control de sanciones.
"[Generali] ha trabajado diligentemente con la OFAC para proporcionar información detallada sobre estas prácticas anteriores y ha realizado una inversión sustancial de tiempo y recursos para mejorar aún más su programa de cumplimiento de sanciones", dijo un portavoz de la compañía en un comunicado.
Las aparentes violaciones ocurrieron entre 2010 y 2015, cuando Generali descubrió el problema mientras revisaba sus protocolos de cumplimiento e informó sobre las transacciones al Departamento del Tesoro.
En esos años, la compañía se desempeñó como proveedor de dos aseguradoras canadienses que ofrecían reembolso de gastos médicos y otros servicios relacionados con viajes a ciudadanos canadienses que viajaban a Cuba, según la OFAC.
Los reclamos de reembolso presentados por viajeros individuales, se procesaban de la misma manera que los trámites de los viajeros a otros países, aseguró la OFAC. Sin embargo, los pagos directos solicitados por los proveedores de servicios cubanos se remitían a la filial canadiense de Generali, para que luego la empresa los reembolsara.
Ambas formas de reembolso violaron las actuales sanciones norteamericanas a Cuba, según explica el texto del acuerdo.
El caso demuestra la importancia de asegurarse de que los programas de cumplimiento de las compañías tengan en cuenta los riesgos de sanciones directas e indirectas, incluido el de implementar un procedimiento que permita a una empresa procesar de manera indirecta una transacción que de otro modo estaría prohibida, dijo la OFAC.
La oficina también reconoció los cambios abruptos en la política estadounidense sobre Cuba que ocurrieron entre las administraciones de los presidentes Obama y Trump. Las sanciones a Cuba se revisaron en algún momento del mandato demócrata, lo cual autorizaba una parte de la conducta problemática de Generali. Ese fue un factor atenuante, dijeron las autoridades.
En los cinco años que han transcurrido desde que la empresa informó de los pagos, Generali ha firmado múltiples prórrogas a un acuerdo de peaje, que retrasa el plazo en el que las autoridades deben presentar su reclamo, para que la OFAC pueda continuar su investigación, otro factor atenuante.
Generali también estableció una estructura formal para el personal que inspecciona sus procesos e implementó una nueva capacitación sobre las sanciones para sus empleados, dijo.
Generali, con sede en San Diego, es parte del conglomerado de seguros italiano Assicurazioni Generali SpA, también conocido como Generali Group.
En un esfuerzo por romper la alianza La Habana-Caracas, la administración del presidente Donald Trump ha reforzado en los últimos años las sanciones económicas a Cuba y ha impuesto numerosas multas a las compañías norteamericanas que violan el embargo y siguen manteniendo relaciones comerciales con la isla.
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