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Los residentes de La Habana que no pagan su factura de electricidad desde marzo deben más de 85 millones de pesos a la Empresa Eléctrica.
Un reporte del semanario Tribuna de La Habana señala que esa cifra representa el adeudo acumulado por miles de núcleos familiares que desde marzo, tras el inicio de la crisis sanitaria del COVID-19, dejaron de pagar su tarifa.
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Apenas se ha recaudado el 50 por ciento de lo que correspondía hasta este momento, lo cual tiene un impacto negativo sobre los ingresos de la Empresa Eléctrica de la ciudad, informó el organismo, que ha tocado las puertas de numerosos deudores en las últimas semanas.
La jefa comercial de la empresa estatal en el municipio Playa, Ana Fidalgo, afirmó que muchos hogares no han liquidado su deuda y se justifican con que el país dio un plazo hasta finales del año por la crisis del coronavirus.
"Otros esperan poder empezar a trabajar, mientras un grupo considerable aspira a que se les permita establecer convenios de pago. Igualmente, no pocas personas mayores que viven solas y el correo les queda distante, expresaron su imposibilidad de acceder a las vías del Transfermóvil, Telebanca y las similares", expresó.
La funcionaria no mencionó, sin embargo, la imposibilidad de muchas familias para pagar los elevados costos de la electricidad, cuyo consumo se ha incrementado irremediablemente por la estancia de las personas en casa durante la cuarentena.
Se limitó a decir que la situación es compleja en Playa, donde hay una alta presencia de trabajadores por cuenta propia (más de 4 444), muchos de los cuales han entregado su licencia y alegan que al estar "cerrados" carecen de solvencia económica para liquidar sus facturas.
El pasado 6 de agosto la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) hizo un llamado a los clientes a pagar los servicios de electricidad pendientes "en el menor plazo", y afirmó que para facilitar este trámite se habían reanudado los servicios y cobros en la mayoría de las oficinas comerciales del país.
La UNE explicó en esa ocasión que en octubre se deberán saldar con carácter obligatorio las cuentas de julio y agosto; en noviembre, las de septiembre y octubre; y en diciembre, las de noviembre y el último mes del año.
Días después, la entidad publicó un mensaje en Twitter llamando a reducir el consumo eléctrico, el cual se ha disparado durante la crisis sanitaria a consecuencia de la estancia permanente de las personas en los hogares.
Sin embargo, esta solicitud generó una serie de críticas por parte de la población cubana, la cual padece las irregularidades del servicio eléctrico en la isla, donde son frecuentes los apagones y elevados los costos de la tarifa de electricidad.
A principios de mes, las autoridades detuvieron a un grupo de cubanos en Villa Clara que protestaron por los apagones que estaba sufriendo el Circuito 1 del municipio Placetas.
De igual modo en abril, cuando empezaba a extenderse la cuarentena por el coronavirus y se ejecutó la orden de mantenerse en casa, varios vecinos en el barrio habanero de Alamar reaccionaron a un inesperado apagón que duró casi todo el día.
No obstante, el gobierno ha seguido pidiendo “sacrificios” al pueblo, y generando ideas para estimular el ahorro, sin éxito.
Un artículo publicado recientemente en el diario oficialista Granma sugería a las personas congelar el agua y luego dejarla fuera del refrigerador a lo largo del día, para ahorrar electricidad al no tener que abrir el equipo con tanta frecuencia.
Esa sugerencia generó memes y críticas al gobierno, que no garantiza al ciento por ciento el servicio y cobra elevadísimas sumas por el consumo eléctrico, mientras se escuda en la imposibilidad de adquirir petróleo en el mercado internacional.
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