Salvador Burguet lleva años siguiendo el rastro a los yihadistas de Al Qaeda y Estado Islámico desde su agencia privada de Inteligencia AICS, con sede en España y especializada en terrorismo islámico. CiberCuba le ha entrevistado para hablar sobre Al Shabab, el grupo radical que tiene prisioneros desde hace un año y medio a dos médicos cubanos: Assel Herrera y Landy Rodríguez.
Burguet está convencido de que Al Shabab quiere dinero a cambio de ponerlos en libertad. En este sentido da por sentado que los doctores también deben estar siendo utilizados para curar enfermos y heridos. En su opinión, no los dejarán libres a menos que Cuba pague el rescate que piden los terroristas.
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A preguntas de este diario, Burguet es categórico al afirmar que "el resto de médicos cubanos que están en África están en riesgo, se pague o no se pague (por el rescate de Assel y Landy)". Incluso cree que no es porque sean cubanos. "Cualquier extranjero que esté en esa zona de Somalia, Kenia, Uganda, Costa de Marfil o República Centroafricana está en peligro ahora".
Según explica, el precio a abonar depende, siempre, del país de origen de los secuestrados. No piden lo mismo a Cuba que a Francia, por ejemplo. En el caso de Al Shabab, 'las tarifas' suelen rondar los 1,5 millones de dólares.
Los terroristas, añade, no tienen prisas. Lo suyo es la paciencia. Hay prisioneros que llevan hasta tres años retenidos, pero a diferencia de Estado Islámico, las familias pueden estar relativamente tranquilas porque Al Shabab suele cuidar a sus rehenes: son su fuente de financiación.
Sobre la noticia de la falsa liberación de los dos médicos cubanos, que difundieron este miércoles dos prestigiosas agencias de información (AP y EFE) y que fue desmentida inmediatamente por las autoridades cubanas, Burguet cree que cabe la posibilidad de que el rescate estuviera avanzado y que alguien habló más de la cuenta antes de tiempo. Influye, en su opinión, que la NISA (inteligencia somalí) tenga muy pocos recursos.
También halaga el rápido desmentido de las autoridades cubanas en lo que él entiende como un guiño a los captores. A partir de ahora, dice, tendrán que volver a retomar las negociaciones en otro punto distinto de donde estaban y previsiblemente los secuestradores pedirán más dinero.
Hay que descartar, dice Burguet, que los médicos cubanos puedan ser liberados en una operación del Gobierno de Somalia, porque es un Estado débil y no tiene recursos para hacer algo así. Podría organizar un rescate EE.UU. o las fuerzas aliadas de Inglaterra o Turquía, pero es una probabilidad muy remota porque estamos hablando de cubanos secuestrados.
Pagar el rescate de los dos médicos pone en peligro al resto de profesionales cubanos destinados en África, aunque Burguet cree que todos los extranjeros que están en esa zona cero saben que están amenazados por los terroristas.
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