La ciudad de Santiago de Cuba ha transformado su estética en las últimas décadas con iniciativas que reverdecen la antigua villa colonial. Pero entre las promesas iniciales y los resultados finales hay explicaciones pendientes.
Los medios de prensa locales han acompañado dichas trasformaciones con reportes grandilocuentes, aunque a muchos de los proyectos se los ha tragado el silencio... CiberCuba comparte cuatro ejemplos:
Fuente de chorros de cristal: ¿cinco años para hacerla funcionar?
En 2015, en medio de una intensa sequía, los santiagueros vimos construir una fuente singular. Se anunció como “la primera fuente del país de chorros de cristal”, que sería capaz de transportar la luz a través del agua, describiendo arcos de diferentes colores.
Cuando comenzaron las pruebas, justificamos el derrame del agua porque se alistaba la novedad. Sin embargo, con el pasar del tiempo, los intermitentes chorros seguían esparciéndose por doquier.
El hecho se convirtió en comidilla popular. Algunos llegaron a apodarla la “fuente llorona de Santiago de Cuba”. De pronto dejó de funcionar y… silencio.
Cinco años después, en 2020, y con motivo del aniversario 505 de la fundación de la antigua villa de Santiago de Cuba, se reanimó el coppelia La Arboleda, y con ella también se reparó la famosa fuente de chorros de cristal, que se encuentra en las inmediaciones.
Aunque todos sucumbimos al placer de un selfie con chorros detrás, aún se bota, y todavía nadie sabe el por qué.
Y la consulta popular… ¿pa´cuándo?
La decisión de peatonalizar el área fundacional de la ciudad de Santiago de Cuba, aunque bien intencionada –pues pretendía proteger las edificaciones cercanas y dar prioridad al transeúnte–, en la práctica mató el corazón de la urbe y su espíritu.
No fueron pocas las personas que manifestaron su desacuerdo con la impopular medida que no sólo enmudeció el principal espacio público de la urbe, sino que transformó el movimiento vehicular en el centro histórico en un verdadero caos.
Incluso hasta los negocios estatales y privados experimentaron una especie de descomercialización nocturna pues hasta tomar una mototaxi al salir de un centro recreativo, en la madrugada, se volvió un problema.
Las redes sociales y otros espacios se volvieron eco del descontento que terminó con el anuncio de que se restauraba el movimiento vehicular y se llevaría a consulta popular la decisión de peatonalizar o no el Parque Céspedes y calles aledañas, una vez terminara la restauración del mencionado espacio público.
En la actualidad, luego de las fiestas por el 505 aniversario de la urbe, se mantienen los trabajos en el antiguo Ayuntamiento, que se convertirá en el Museo del Primer Frente Oriental, no así en el resto de las edificaciones, arterias y el parque.
Entonces cabría preguntarse, en esta nueva normalidad que vive la urbe, ¿la consulta popular cuándo se realizará?
Reparación del Cine Teatro Oriente, el viejo anhelo de varias generaciones de santiagueros
Quizás por su ubicación en la calle más populosa de Santiago de Cuba, o porque muchas generaciones disfrutaron de sus ofertas culturales, lo cierto es que el Cine Teatro Oriente guarda una profunda relación de cariño con los hijos de la Ciudad Héroe.
Por eso con alegría vimos reverdecer su fachada y su portal, hace ya unos años, en un esfuerzo que a la larga resultó estéril pero que recibió el guiño de complicidad. Pero lo que realmente provocó euforia fue el anuncio realizado a principio de 2020 de que se rescataría del olvido el Cine Teatro Oriente.
Meses han pasado de ese anuncio, que no es de loco pensar que cuando se hizo es porque ya se estaban dando pasos, pero hasta la fecha… silencio.
Mi generación, la de los 80, no conoció el glamour de esta instalación que hoy, por la elegancia que no logra ser opacada por la desidia, sugiere haber tenido un esplendor y protagónico en la vida cultural de la ciudad de Santiago de Cuba.
Se cuenta que en 1848 se colocó la primera piedra de la construcción del llamado Teatro de la Reina, que luego se conocería como Cine Teatro Oriente. Estuvo lista en julio de 1850 y tenía tres pisos y capacidad para 1 400 personas entre lunetas y palcos.
Por sus tablas desfilaron verdaderas estrellas internacionales: actuó la bailarina rusa Anna Pavlova, Benny Moré impresionó con su voz, Libertad Lamarque deslumbró al público con su estilo, y Alicia Alonso con el Ballet Nacional de Cuba también pasaron por ahí.
El Cine Teatro Oriente es hoy una mina de recuerdos ahogados entre los escombros de lo que fue una vez instalación orgullo de los santiagueros. Hoy esperan, tal como pasó con el Hotel Imperial, una intervención constructiva profunda.
Baconao: ¿playa artificial de un kilómetro de largo y piscinas para mil personas?
Esa fue la intención cuando en 2009 la prensa se reflejaba los avances del proyecto de una “playa artificial en Punta Llana con más de un kilómetro de extensión y un hermoso y funcional complejo de piscinas en Sigua, con capacidad para más de mil niños y adultos de forma simultanea”.
A los ojos de quienes llegaban hasta la famosa reserva de la biosfera de Baconao, las grandes maquinarias pesadas hacían movimientos de tierra. Poco a poco se transformaba el paisaje y crecían las expectativas sobre uno de los grandes proyectos de la urbe para ese entonces.
“Las piscinas recreativas para adultos, niños y para el chapoteo, serán de agua salada y abarcarán 12,140 metros cuadrados en los que se dispondrán también de zonas de ventas, de sombras, vestidores, estación de bombeo, acceso peatonal, áreas verdes, elementos sanitarios generales, duchas colectivas y franja de asolamiento y circulación”, reflejaba una publicación.
A la autoría de los especialistas de la Empresa de Proyecto Número 15 del Ministerio de la Construcción en Santiago de Cuba pertenecían los diseños de las novedosas obras, las que calificaban como “este Edén del Oriente Cubano”.
Quizás unos pocos sepan a ciencia cierta lo que pasó con ese, sin dudas, gratificante proyecto. Quienes van hoy por Baconao, desde la carretera divisan una gran área que evidentemente fue aplanada por la acción humana, pero casi nadie sabe que ahí se construía lo que sería una importante obra.
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