La confirmación este viernes de que el gobierno cubano, a través del monopolio estatal ETECSA, ha comenzado a bloquear el acceso a internet mediante las Redes Virtuales Privadas (VPNs, por sus siglas en inglés) ha suscitado la preocupación de muchos cuentapropistas cubanos. que dependen de un acceso sin restricciones a la red de redes para realizar trabajo.
"Ya estoy pagando la conexión más cara del mundo a Internet, y ni siquiera puedo conectarme para trabajar", dijo Carlos Lugones, un joven programador que se dedicó ayer a enlistar las redes afectadas por la presunta prohibición gubernamental.
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En un hilo en su cuenta de Twitter, Lugones recopiló toda la información de varios usuarios de la isla afectados por el bloqueo de las VPNs y compartió luego un documento con un resumen de las redes que están inaccesibles y las que todavía funcionan.
Según la información recopilada, se ha reducido drásticamente el número de VPNs en funcionamiento. Muchas de las más populares presentan "cuelgues" o problemas de servicio.
Lugones también colgó un video donde mostró las tarjetas de acceso que ha comprado a ETECSA para conectarse y criticó que las dificultades impuestas por el gobierno no le han permitido hacer su trabajo en los últimos días.
También hizo recomendaciones de otros VPN que sí están funcionando, y respondió a las críticas de quienes lo acusan de facilitar la tarea a los encargados de bloquear las redes virtuales.
"El que me quiera atacar diciendo que por hacer públicas las VPNs que funcionan, le digo que es un cobarde y un egoísta. O resolvemos todos el problema, o nos jodemos todos. La tacañería esa de resolver cada uno por su lado y en silencio, da asco. Tengan vergüenza", escribió.
Otros usuarios también coincidieron en que el veto gubernamental de las VPNs, además de un preocupante acto de censura, afecta sus condiciones de trabajo. Varios de ellos protestaron en Twitter con el hashtag #nimecallasnimecallo
Las VPNs solían ser también una alternativa muy usada por los turistas extranjeros que visitan la isla, que no quieren someterse a las restricciones de contenido impuestas por el gobierno cubano.
Horas despues de que la "caída" de la red de mensajería Telegram suscitara numerosas protestas y hasta una declaración de la compañía precisando que no eran ellos los culpables de la interrupción del servicio, muchos cubanos empezaron a reportar problemas con el acceso a varias de las redes VPN, que usaban justamente para esquivar la presunta censura a Telegram, una de las aplicaciones más populares en la isla.
La aplicación de mensajería, sin embargo, tiene posibilidades de esquivar el bloqueo gubernamental por medio de un sistema de proxys.
Hasta el momento ni ETECSA ni ningún vocero gubernamental se ha pronunciado sobre el tema de las redes virtuales privadas, que no son ilegales según la legislación cubana.
La censura de las VPNs es un paso preocupante en la política de control de la información que mantiene desde hace décadas el gobierno cubano, y colocaría a la isla en una nueva fase de censura digital, al lado de regímenes autoritarios como China o Rusia.
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