Una plaga de caracol gigante africano ha invadido el parque Álvaro Reynoso Valdés del municipio Alquízar, en la provincia de Artemisa. Los servicios de Comunales intentan combatirla con el objetivo de que no se extienda más allá de la zona.
La Unidad Empresarial de Base de Comunales acomete acciones de higienización y limpieza en este parque del municipio, según publica en su Facebook la usuaria Sol Rodríguez.
La plaga ha obligado a intervenir a la dirección de Comunales, la cual “extrema las medidas y cumple con los protocolos establecidos para el enfrentamiento a este molusco, considerado entre las cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo”, según expone Rodríguez.
Tal y como advierte en su post, “las personas deben conocer que no se puede tocar con las manos al caracol gigante africano ni sus huevos, pues esa especie omnívora porta un parásito que provoca la meningoencefalitis eosinofílica”.
Por tanto, Rodríguez aconseja que allí “donde sea detectada la plaga, se informe al Consultorio del médico de la familia, al departamento de control de vectores o al policlínico para poder hacer el diagnóstico y orientarle a las entidades implicadas como controlarla”.
En diciembre del año pasado, el gobierno cubano creó un grupo especial dirigido a la erradicación de la plaga de caracol gigante africano, luego de que saltaran las alarmas por la presencia invasiva de este peligroso molusco en zonas residenciales de 56 municipios.
Ante los temores de que fuesen utilizados para el consumo humano, las autoridades se apresuraron a informar de los efectos perjudiciales que puede acarrear para la salud. El mayor peligro de este animal es que puede llegar a provocar la muerte por meningitis eosinofílica, que transmite el parásito Angiostrongylus cantonensis, también conocido como “gusano del pulmón de rata”.
Según informaban las autoridades cubanas, una de las acciones para eliminar el molusco consiste en destruir su concha, echarla en una bolsa que se cierre herméticamente y enterrarla.
También se puede quemar el animal de forma segura, o sumergirlo en una solución de sal o cal al 3% (tres cucharadas por cada litro de agua) durante 24 horas y después sepultarlo. Es importante saber que este caracol nunca debe tirarse vivo un río, ni a solares yermos, calles o en la basura doméstica, ya que el animal se multiplica con gran celeridad.
Aunque de momento las autoridades sanitarias de Cuba no han relacionado ningún caso de meningitis en el país con la plaga del caracol africano, advierten que, en caso de tener contacto directo con su baba, la persona debe lavarse las manos con abundante agua y jabón. En el caso de que el caracol entrase en contacto con alimentos, estos deberán ser enjuagados.
La elevada humedad y la abundante vegetación favorecen la aparición de esta plaga, de la cual se viene informando en Cuba desde el año 2014. Aunque parecía controlada, en junio de este año -en plena pandemia de coronavirus- el caracol gigante africano reapareció de forma alarmante en la oriental provincia de Las Tunas.
El caracol gigante africano -que puede llegar a medir hasta 20 cm de largo- provoca afectaciones a la agricultura y la salud humana.
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