En un intercambio que sostuvo este viernes con los diputados cubanos, previo al V Periodo Ordinario de Sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Marino Murillo Jorge, miembro del Buró Político del Partido y jefe de la Comisión Permanente de Implementación de los Lineamientos, advirtió de que el nuevo proceso de unificación monetaria, rebautizado por el Gobierno como "Tarea Ordenamiento", implica que los precios de todos los productos cambiarán de un día para otro.
Las medidas contenidas en la Tarea se aplicarían a inicio de un mes, explicó el funcionario, para que las empresas puedan cerrar sus estados financieros y abrir con el nuevo tipo de cambio.
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"Eso significa que el día primero de ese mes amanecemos con los nuevos precios y, para que los trabajadores puedan afrontar ese cambio, se ha diseñado un esquema de anticipo de salario", añadió.
Las empresas pagarían a sus trabajadores ese dinero los últimos tres días del mes anterior, y luego, en la fecha de cobro, entregarían la diferencia, explicó Murillo. Para los pensionados y asistenciados también se va a aplicar ese mismo método de anticipo, dijo.
Estas y otras puntualizaciones oficiales parecen apuntar al día 1 de enero del 2021 como fecha del comienzo de la nueva reforma y ordenamiento monetario en la Isla, aunque el Gobierno no ha dado todavía una fecha concreta para su entrada el vigor.
En el mismo discurso, Murillo Jorge reiteró que el cambio implicará la eliminación de los subsidios excesivos y gratuidades indebidas, así como de una reforma salarial que conducirá a la transformación de los ingresos de los trabajadores, el sistema de pensiones y las prestaciones de la asistencia social.
El funcionario también se refirió a las distorsiones de los precios mayoristas y minoristas, la poca capacidad del salario nacional y los subsidios generalizados. "Evidentemente, la principal fuente de ingresos de las personas hoy no es el trabajo", reconoció.
El ordenamiento monetario y cambiario no está exento de riesgos, puntualizó el funcionario. Uno de los más significativos –dijo– es que la inflación sea mayor que la diseñada, como consecuencia de la solución a la dualidad monetaria. "Asimismo, algunas empresas estatales pueden presentar insolvencia por el efecto del incremento del costo de las materias primas importadas y la aplicación de la reforma salarial".
"En aras de evitar inflaciones mayores que las diseñadas, se ha propuesto que un grupo reducido de productos que son transversales a la economía, tengan precios centralizados", explicó Murillo a los diputados.
En total, serían 42 los productos con precios topados, entre ellos, el combustible, energía eléctrica, agua y alcantarillado, cemento, azúcar, café mezclado, picadillo texturizado, de res y de pescado; compotas, leche, queso fundido, yogur de soya y natural, mortadella, pastas alimenticias, pan de corteza dura, salchichas de pollo, cigarros y la pasta dental.
Se definieron también precios centralizados para Acopio y el sistema minorista, y se le dará facultad al sistema empresarial para que forme esos otros precios, que no son centralizados, pero tienen determinados límites, agregó.
En una serie de comunicaciones divulgadas desde hace unos meses, el Gobierno cubano ha insistido en minimizar el posible impacto de las nuevas medidas, si bien ha reconocido que la reforma implicará una posible inflación, así como el deterioro de la capacidad de compra de los ingresos y del ahorro de los ciudadanos.
Sobre la preocupación de los cubanos por sus cuentas bancarias, Murillo aseguró que se respetará el saldo que hoy tienen las personas en sus cuentas bancarias según el tipo de cambio actual, aunque advirtió de que "si hay incrementos de precios, inevitablemente se perderá capacidad de compra, pues resulta insostenible para la economía multiplicar ese ahorro por el tipo de cambio que se establezca". "Eso nadie lo hace en el mundo", dijo.
"En relación con el sistema empresarial, vamos a cambiar el método que tienen para formar los precios, y así eliminar la ecuación de costos más un margen de utilidad, que en muchos casos nos ha llevado a financiar ineficiencias", añadió.
A pesar de todas estas malas noticias para el bolsillo de los cubanos, la propaganda gubernamental insiste una y otra vez en que los "ajustes" previstos no tienen nada que ver con una "terapia de choque", al estilo de las economías inflacionarias del Tercer Mundo.
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