La nueva estrategia económico-social que implantará próximamente el gobierno de Cuba incluye la eliminación de “subsidios excesivos y gratuidades indebidas”, en palabras de Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente de Implementación de los Lineamientos, a los diputados de la Asamblea Nacional.
El viernes, al explicar aspectos del anunciado “ordenamiento monetario”, el funcionario señaló que uno de los peligros de este proceso es la percepción por parte de la población del deterioro de la capacidad de compra, tanto con sus ingresos como con sus ahorros, como consecuencia de la eliminación de parte de los subsidios y gratuidades que hoy existen.
Murillo precisó que en un primer momento se mantendrán un grupo de subsidios totales, los cuales abarcan los productos específicos que se les entregan a los niños de cero a seis años, y a los que padecen enfermedades crónicas de la infancia, entre otros.
En cuanto a los medicamentos, un tema que suscita gran preocupación en la ciudadanía debido a la prolongada escasez de fármacos en hospitales y farmacias, el dirigente detalló que ahora hay un grupo de medicinas que están subsidiadas parcialmente. De ellas, solo mantendrán ese beneficio aquellas que se prescriben para las enfermedades crónicas.
Por otra parte, se revisarán las prestaciones excepcionales aprobadas para núcleos familiares que a partir de ahora cuenten con oportunidades de nuevos ingresos. Esa evaluación se hará en los próximos seis meses, contados a partir del día en que comience la nueva política monetaria.
Según Murillo, quienes necesiten protección podrán presentar una solicitud al trabajador social de su consejo popular o en la dirección de trabajo de su municipio.
Solo si esa persona se considera insolvente, tendrá derecho a una prestación eventual que se le otorgará en un plazo no mayor de 48 horas.
El gobierno no ha informado hasta el momento qué productos y servicios elevarán su costo, algo que genera preocupación en la población, sumida desde hace meses en una profundo desabastecimiento de bienes de primera necesidad, que ha originado una subida de los precios de los alimentos que se venden en los mercados agropecuarios.
Por el momento, se anunció que se centralizará el precio de 42 productos que van desde materiales de construcción al combustible, incluyendo numerosos alimentos, como el picadillo.
“En aras de evitar inflaciones mayores que las diseñadas, se ha propuesto que un grupo reducido de productos que son transversales a la economía, tengan precios centralizados”, detalló Murillo.
Entre estos artículos el funcionario mencionó el combustible, los servicios de energía eléctrica, agua y alcantarillado; el cemento, los cigarros, la pasta dental y alimentos como el azúcar, el café mezclado, el picadillo texturizado, de res y de pescado; la leche, el queso fundido, el yogur de soya y natural, las compotas, la mortadela, las pastas, el pan de corteza dura y las salchichas de pollo, entre otros.
“El ordenamiento monetario y cambiario no está exento de riesgos. Uno de los más significativos es que la inflación sea mayor que la diseñada, como consecuencia de la solución a la dualidad monetaria”, expresó el funcionario.
Además, aunque el gobierno ha prometido que se respetará el saldo de todas las cuentas bancarias, Murillo admitió que “en el caso de las cuentas de ahorro, si hay incrementos de precios, inevitablemente se perderá capacidad de compra, pues resulta insostenible para la economía multiplicar ese ahorro por el tipo de cambio que se establezca”.
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