Claudia Díaz, exenfermera del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, quien la nombró tesorera del país, fue acusada de lavado de dinero en una corte federal en Miami.
Además, se le imputa haber recibido sobornos de un magnate de medios para que diera luz verde a lucrativas transacciones cambiarias cuando fungió como tesorera nacional de Venezuela, cargo que ocupó tras ser nombrada por el propio Chávez en 2011, sucediendo en el puesto a Alejandro Andrade.
Díaz, de 46 años, era una contramaestre en la Armada de Venezuela que cuidó a Chávez antes de que el líder venezolano falleciera de cáncer en 2013.
Tanto ella como su esposo, Adrián Velásquez, un exasesor de seguridad de Chávez, enfrentan acusaciones de aceptar al menos US$ 4.2 millones dentro de un plan de sobornos, según los cargos presentados el viernes, indica un reporte de la agencia AP.
Los pagos provinieron de compañías y cuentas bancarias presuntamente ubicadas en Suiza y se depositaron en cuentas de la pareja en Miami. De acuerdo con los fiscales, detrás de los pagos se encontraba el empresario Raúl Gorrín, propietario de Globovisión, la última red privada de televisión que queda en el país ahora gobernado por Nicolás Maduro.
Por tal razón, Gorrín figura en la lista de las personas más buscadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), tras ser acusado de estar implicado en una confabulación para lavar US$ 2.4 millones en 2017.
Su red televisiva está bajo sanciones estadounidenses por su presunto apoyo al gobierno socialista del sucesor de Chávez.
Díaz y su esposo viven actualmente en Madrid, donde ambos fueron arrestados brevemente en 2018 con base en una orden judicial venezolana. Sin embargo, el Tribunal Supremo de España rechazó la solicitud de extradición de Venezuela con el argumento de que la pareja podría ser torturada si regresaba a su país.
Se calcula que unos $300 000 millones de dólares han sido malversados de las arcas estatales en Venezuela durante dos décadas de régimen chavista, por lo cual fiscales estadounidenses han acusado a docenas de funcionarios y empresarios relacionados con Maduro.
El matrimonio ha tenido dificultades desde hace tiempo para explicar su abundante riqueza. En 2014, una compañía establecida en la nación caribeña de San Vicente y las Granadinas que Díaz presuntamente controlaba, compró 250 lingotes de oro valuados en más de 9,5 millones de dólares, según expedientes judiciales de Liechtenstein obtenidos por AP.
Los lingotes, de un kilogramo (2,2 libras) cada uno, fueron almacenados en una bóveda privada en el pequeño principado europeo, a la cual tenían acceso Díaz y su hijo después de que este cumpliera 18 años, detalla la agencia.
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