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CIUDAD DE GUATEMALA, 6 nov (Reuters) - Las fuertes lluvias ocasionadas por la tormenta Eta dejaban unos 100 muertos y decenas de desaparecidos en Guatemala, luego de que un alud sepultara en la víspera a la mitad de una aldea en la región central Alta Verapaz, dijeron autoridades citando cifras preliminares.
En el caserío Quejá, las constantes precipitaciones produjeron un deslizamiento de lodo y piedras que soterró 150 casas el jueves.
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"En este momento calculamos que, entre fallecidos y desaparecidos, las cifras no oficiales nos arrojan más o menos 150", dijo el presidente del país, Alejandro Giammattei. "No los tenemos totalmente confirmados".
Más temprano, un vocero del Ejército había dicho que al menos 100 personas habrían perdido la vida por el deslave.
Socorristas y soldados estaban en Quejá realizando las labores de rescate de los cuerpos y Giammattei aseguró que le preocupaba el estado de otras aldeas a donde no han podido tener acceso por los efectos de Eta, que se ubicaba en el mar Caribe, frente a las costas de Belice, e iba rumbo a Cuba.
"Tenemos muchísima gente atrapada (a la) que no hemos podido llegar. No hemos podido llegar por lancha porque las corrientes son muy fuertes, no logramos llegar por aire porque hasta el momento sólo tenemos un helicóptero para tratar de llegar a las personas que están en techos de las casas", agregó Giammattei.
El mandatario, un médico cirujano de 64 años, aseguró que los embajadores de Estados Unidos y Taiwán en su país ofrecieron miles de dólares para víveres y pidió al Congreso que apruebe un pedido de "estado de calamidad" que enviará más tarde.
Más de 75,000 guatemaltecos fueron afectados directamente por las lluvias, precisó Giammattei, quien agregó que el número seguiría creciendo en las próximas horas. Mientras, unos esperaban sobre los techos de sus casas. Otros, resignados, veían como la fuerza del agua se llevaba viviendas a su paso.
Eta, que tocó tierra el martes en Nicaragua como un poderoso huracán de categoría 4, se encontraba al mediodía del viernes a 155 kilómetros al este-noreste de Ciudad de Belice, con vientos máximos sostenidos de 55 kilómetros por hora (km/h) y avanzaba hacia Cuba a una velocidad de 10 km/h, según datos del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
ESPERANDO EVACUACIÓN
En varios países de Centroamérica, miles de personas aguardaban el viernes con la esperanza de ser rescatadas por los cuerpos de salvamento, luego de que la tormenta dejara a su paso inundaciones, deslaves y puentes y carreteras estropeados.
En Honduras, donde Eta descargó gran parte de su fuerza, se reportaban hasta el jueves ocho fallecidos, cientos de viviendas afectadas y poco más de 60 comunidades incomunicadas.
"Estamos hace dos días sin alimentos ni abrigo unas 300 personas en el techo (...) esperando que nos evacuen", dijo a Reuters William Santos, residente del departamento Cortés, uno de los más afectados por Eta. "No podemos salir porque el agua que está alrededor tapa nuestros cuerpos".
El ministro del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo (Sinager), Max González, aseguró que hasta la noche del jueves habían rescatado a unas 4.000 personas y que las operaciones continuaban el viernes.
La fuerza de Eta llegó hasta Panamá, donde varios ríos se desbordaron dejando tres menores de edad y dos adultos fallecidos, según protección civil. En Costa Rica, otras dos personas perdieron la vida tras un derrumbe sobre su casa
(Reporte adicional de Josué Decavele en Ciudad de Guatemala, Ana Isabel Martínez y Anthony Esposito en Ciudad de México, Gustavo Palencia en Tegucigalpa, Elida Moreno en Ciudad de Panamá, Álvaro Murillo en San José y Nelson Rentería en San Salvador; Escrito por Diego Oré en Ciudad de México)
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