Kamala Harris ofreció la pasada noche del sábado 7 de noviembre su primer discurso como vicepresidenta electa después de ganar las elecciones del 3 de noviembre de la mano de Joe Biden, quien se alzó como el 46º Presidente de los Estados Unidos a sus 77 años de edad.
La aparición de la demócrata en este acto público se trató de un día histórico tanto para ella como para el país, ya que supone la primera mujer en la nación en llegar a ese importante cargo político.
De ahí que el estilismo que utilizó la abogada para la ocasión no fuera elegido al alzar, pues estuvo lleno de mensajes ocultos. Y es que la moda puede convertirse en una poderosa arma de comunicación cuando se utiliza de la mejor manera, algo que Kamala Harris supo aprovechar y manejar a la perfección durante su primera plática pública como vicepresidenta electa.
La líder deslumbró en el evento con un elegante traje blanco, color que representa un símbolo de la lucha por los derechos de la mujer desde que el Partido Nacional de la Mujer llevado a cabo en 1913 asumió el blanco, el dorado y al púrpura como bandera sufragista. El blanco también significa la lucha del movimiento feminista y los derechos de las mujeres al voto.
Además, Kamala Harris quiso marcar la diferencia en cuanto a los estilismos utilizados en eventos por la exprimera dama Melania Trump y la hija del actual mandatario Ivanka Trump, quienes siempre se decantaban en apariciones públicas por colores mucho más sobrios como el negro y azul oscuro. Una manera también de expresar su rechazo a la política, muchas veces tachada de machista, que exponía el presidente Donald Trump.
Otro aspecto importante a destacar es que el modelo que lució Kamala Harris, compuesto por pantalón, chaqueta y blusa de seda con lazada en el cuello, está firmado por la diseñadora venezolana Carolina Herrera, quien a pesar de haber creado una de las marcas de moda más prestigiosas e icónicas de Estados Unidos y del mundo, es una inmigrante latina que cumplió su sueño y desarrolló su imperio en suelo norteamericano.
Dentro de la política, el color blanco también ha sido utilizado por otras mujeres a lo largo de la historia de Estados Unidos como insignia del feminismo y derechos de la mujer.
La marcha que se realizó Washington en 1978 y que fue lideradas por Gloria Steinem y Betty Friedan para apoyar la Enmienda por la Igualdad de Derechos, miles de mujeres salieron de sus casas vestidas de blanco para apoyar sus ideas.
La demócrata Hillary Clinton fue otras de las que eligió el color blanco cuando en 2016 se presentó a la presidencia de Estados Unidos. Su estilismo generó en su día una ola de comentarios en las redes sociales que animaban a las mujeres que se vistiesen de blanco para ir a votar.
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