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Cuba ha registrado en lo que va de año al menos 25 feminicidios y tres infanticidios documentados por observadores independientes, según la plataforma YoSíTeCreo, que ha convocado para este sábado 21 de noviembre un tuitazo para exigir una Ley Integral contra la Violencia de Género en la Isla, utilizando los hashtags #2028EstáMuyLejos, #SeráLeyEnCuba, #PorUnaLeyIntegral o #NiUnaMenos, entre otros.
Ante la ausencia de cifras oficiales (el Gobierno del Partido Comunista de Cuba no publica datos relacionados con violencia machista desde 2016), la organización YoSíTeCreo ha abierto un Observatorio de Feminicidios que pretende convertirse en "un sitio dedicado a la memoria de las mujeres víctimas mortales de violencia de género".
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El Observatorio de Feminicidios recoge breves semblanzas de mujeres víctimas de violencia machista, como Mirella Fortes, asesinada a puñaladas por su marido en Holguín, delante de sus dos hijos o Mailín Diéguez, muerta a machetazos por su esposo, que advirtió al vecindario un día antes de que iba a matarla.
También incluye un mapa de incidencia de la violencia machista en la Isla, en el que puede verse que los asesinatos cometidos en Cuba se producen con mayor frecuencia en las provincias de La Habana y Holguín. Le siguen los crímenes en Las Tunas y en un tercer lugar Santiago de Cuba y Artemisa.
Destacan además los territorios de Guantánamo, Granma y Camagüey con incidencias superiores a las de Pinar del Río y Cienfuegos, donde también se han registrado crímenes machistas.
Según las estadísticas de YoSíTeCreo, los asesinatos se dispararon en agosto y julio (en este orden), aunque también destacan repuntes en abril, octubre y noviembre de este año.
La mayoría de las víctimas mortales de la violencia machista en Cuba tenía entre 15 y 35 años y murió a manos de sus parejas (12 de las 25 fallecidas) o ex parejas (10). Sólo siete de ellas tenían antecedentes de violencia de género. En el resto (18) no constan denuncias previas.
Ante esta situación, la plataforma YoSíTeCreo reclama la urgencia de una Ley de Violencia de Género en Cuba. Para ello ha habilitado un formulario en la web del Observatorio de Feminicidios para enviar solicitudes personales a Estaban Lazo, presidente del Parlamento cubano animándole a que impulse la nueva normativa.
La solicitud recuerda a Lazo que la nueva Constitución cubana aprobada en 2019 obliga al Gobierno a crear los mecanismos legales para proteger a las víctimas y que en 2012, el documento final de la Conferencia Nacional del PCC reconoció como prioridad "elevar el rechazo" hacia los feminicidios.
Asimismo le refresca la Encuesta Nacional sobre Igualdad de Género de 2016, que reveló que la violencia contra las mujeres es un problema relevante a escala nacional y que no fue hasta 2019 que el Primer Informe Nacional sobre Implementación de la Agenda 2030 dio los primeros datos oficiales sobre feminicidios en la Isla.
Desde YoSíTeCreo lamentan que en Cuba se esté debatiendo sobre la necesidad de una Ley Integral contra la Violencia de Género desde 1999 y que no se haya hecho nada al respecto.
El colectivo carga las tintas sobre el hecho de que la ayuda de las instituciones a las víctimas no es una práctica habitual en la Isla y que el Código Penal cubano no recoja el feminicidio ni la violencia de género como crímenes específicos. La Ley se limita a considerar que en casos de delitos contra la vida y la integridad corporal es un agravante el parentesco de hasta cuarto grado de consanguinidad.
YoSÍTeCreo denuncia también el desamparo de las instituciones hacia las víctimas por la ausencia de refugios así como "importantes barreras en la gestión policial".
Con estos argumentos negro sobre blanco, el colectivo pide no sólo la inclusión de una nueva Ley de Violencia de Género en el calendario legislativo sino, además, la constitución de un grupo asesor, que acompañe el proceso de redacción de esa norma, así como abrir la posibilidad de recibir propuestas de la ciudadanía.
Respecto a la normativa, exigen no sólo que imponga condenas a los agresores sino que cree un marco preventivo y educativo para formar a la población en temas de violencia contra la mujer.
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