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La productora y actriz mexicana Kate del Castillo confesó este miércoles que duerme con una pistola desde el escándalo que la vinculó con el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La vida de la actriz mexicana dio un giro total cuando le remitió un escueto mensaje al exlíder del Cártel de Sinaloa, aunque no se arrepiente de haberlo hecho.
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"Hoy creo más en El Chapo Guzmán que en los gobiernos que me ocultan verdades. Sr. Chapo, ¿no sería genial si empezaras a traficar con los buenos? Trafiquemos con amor", escribió Kate, y esto la implicó en serios problemas.
La actriz se encontró con El Chapo en 2015, luego del intercambio de varios mensajes que estalló en un escándalo. Desde ese momento siente miedo, explicó en una entrevista en el programa de Facebook Watch "Red Table: The Estefans", donde compartió espacio con Gloria, Emily y Lili Estefan.
Del Castillo es amiga personal del matrimonio Estefan y mantiene una relación de amistad de muchos años con Lili, conductora del programa.
"Nosotros ni siquiera sabíamos que nos íbamos a dormir ahí y fue cuando pensé que me iba a violar y después me iba a matar o algo como eso. Él pudo haber hecho cualquier cosa que se le antojara, ¡Qué podía hacer yo!", contó sobre su encuentro. "Casi 24 horas después de que nos fuimos, los militares llegaron al lugar y comenzaron a disparar", agregó.
Hasta la emisión del programa, la artista, que ha dado numerosas entrevistas a propósito del suceso, nunca se había pronunciado sobre el daño psicológico que padece desde entonces y confesó que no lo supera y duerme con una pistola en la cama.
Desde que aconteció el hecho, el gobierno de Enrique Peña Nieto lanzó el aviso de perseguirla y se abrió un caso en su contra que no le permitió pisar la tierra que la vio nacer por un período de tres años.
El estado mexicano aprovechó el encuentro para localizar a Guzmán, lo que le trajo serias repercusiones a ella y su familia.
"Cuando hablaba con mis papás, que estaban en México, oía como se activaba la grabadora y se desactivaba", recordó con voz entrecortada, ante el sentimiento de no poder visitar su país de origen y por el miedo a las posibles represalias por parte de las autoridades mexicanas o del Cártel de Sinaloa.
A su mejor amiga, la periodista Jessica Maldonado, la auditó la Hacienda en Estados Unidos y el teléfono de Kate fue intervenido por un lapso de más de un año. Además, durante el proceso legal, perdió todos los ingresos que recibió por protagonizar la serie de Netflix Ingobernable, la segunda temporada de La reina del sur y el documental sobre El Chapo Guzmán.
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