Meghan Markle abrió su corazón en una durísima carta en la que reveló que en julio pasadpo sufrió un aborto espontáneo.
"Era una mañana de julio que comenzaba como cualquier otro día: prepara el desayuno, da de comer a los perros, tómate las vitaminas, encuentra ese calcetín perdido. Me hice una coleta antes de sacar a mi hijo de su cuna. Después de cambiarle el pañal, sentí un fuerte calambre. Me dejé caer al suelo con él entre mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a ambos tranquilos. La alegre melodía contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien. Sabía, mientras abrazaba a mi primogénito, que estaba perdiendo al segundo".
Así comienza el artículo escrito por la esposa del príncipe Harry y que publicó este miércoles el diario The New York Times bajo el título 'Las pérdidas que compartimos'.
"Horas más tarde, yacía en una cama de hospital, sosteniendo la mano de mi esposo. Sentí la humedad en su palma y besé sus nudillos, mojados por nuestras lágrimas. Mirando las frías paredes blancas, mis ojos se pusieron vidriosos. Traté de imaginarme de qué manera nos curaríamos", continuó en el desgarrador texto en el que relata con todo detalle este delicado y difícil capítulo que vivieron ella y su marido en verano al sufrir un aborto espontáneo cuando esperaba su segundo hijo.
Meghan Markle y Enrique de Inglaterra le dieron la bienvenida a su primer hijo, Archie, el 6 de mayo de 2019, y por el momento, la exactriz de 39 años no reveló de cuánto tiempo estuvo embarazada del segundo antes de perder el embarazo.
"Perder un hijo significa cargar con un dolor casi insoportable, experimentado por muchos, pero del que pocos hablan", reflexionó la duquesa de Sussex, que plasmó el dolor que sintieron en este artículo de opinión.
"Recostada en aquella cama, y viendo cómo se rompía el corazón de mi marido mientras él intentaba mantener juntos los pedazos del mío, me di cuenta de que la única forma de empezar a superarlo era preguntando '¿Estás bien?'"
En el mismo artículo, apuntó que este tema sigue tabú dentro de la sociedad. "En el dolor de nuestra pérdida, mi esposo y yo descubrimos que en una habitación de 100 mujeres, entre 10 y 20 habrían sufrido un aborto espontáneo. Sin embargo, a pesar del asombroso parecido de este dolor, la conversación sigue siendo tabú, llena de vergüenza (injustificada) y perpetua un ciclo de duelo solitario", comentó Meghan, cuya confesión ha pillado por sorpresa por la discreción y hermetismo con la que lleva el matrimonio su vida privada.
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