Una encuesta del diario estadounidense The Washington Post reveló que solo 27 republicanos del Congreso reconocen la victoria del candidato presidencial demócrata Joe Biden en los comicios del pasado 3 de noviembre.
A pesar de la victoria del ex vicepresidente por una diferencia de más de siete millones de votos a nivel nacional, varios republicanos se niegan a admitirlo, mientras la campaña Trump sostiene la acusación, todavía sin pruebas determinantes, de un supuesto fraude masivo con las boletas electorales.
La encuesta apunta que dos republicanos consideran a Trump como ganador, a la vez que otros 220 miembros republicanos de la Cámara y el Senado, alrededor del 88 por ciento de todos los de ese partido que sirven en el Congreso, simplemente se niegan a decir quién se impuso en las elecciones.
El cuestionario se aplicó a los 249 republicanos en la Cámara y el Senado. Un equipo de 25 reporteros del Post se puso en contacto con los asistentes de cada republicano por correo electrónico y por teléfono, y les hizo tres preguntas básicas.
Estas fueron sobre quién ganó la contienda presidencial, si apoya o se opone a los continuos esfuerzos de Trump para reclamar la victoria y si Biden gana la mayoría en el colegio electoral, lo aceptarían finalmente como el presidente legítimamente elegido.
La indagación también investigó las declaraciones públicas hechas por los legisladores republicanos en las últimas semanas para determinar su postura sobre la victoria de Biden. En caso de aprobarse los resultados sin más contratiempos, Trump sería el tercer presidente electo en perder la reelección en los últimos 80 años.
Según The Washington Post, una parte del Partido Republicano se está ocultando en gran medida para responder preguntas sobre la elección, sin felicitar a Biden ni abrazar las posiciones más estridentes y las afirmaciones falsas de Trump.
Las entrevistas arrojaron que solo ocho republicanos, el 3 por ciento de todos los legisladores de ese partido, expresaron su apoyo a la estrategia actual de Trump de reclamar la victoria y pedirle a las legislaturas estatales que lo declaren vencedor en los estados que perdió.
El martes, el fiscal general William P. Barr declaró que el Departamento de Justicia no había encontrado ninguna evidencia de fraude electoral que pudiera cambiar definitivamente el resultado de los comicios.
“Hasta ahora, no hemos visto fraude en una magnitud que pudiera haber provocado un resultado diferente en las elecciones”, dijo Barr durante una entrevista con Associated Press, socavando las afirmaciones de fraude e irregularidades que el presidente Trump y su campaña han estado defendiendo.
“Ha habido una afirmación de que sería un fraude sistémico y esa sería la afirmación de que las máquinas fueron programadas esencialmente para sesgar los resultados de las elecciones. Y el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Justicia lo han investigado, y hasta ahora, no hemos visto nada que corrobore eso”, aseguró.
Durante las últimas 72 horas, los abogados de la campaña de Trump y grupos litigantes aliados han recibido siete derrotas en sus esfuerzos por impugnar los resultados de las elecciones presidenciales.
Dos líderes legislativos republicanos de Michigan, después de ser convocados a la Casa Blanca, anunciaron que no intervendrían para bloquear la relativamente cómoda victoria de Biden en ese estado. En Arizona, el gobernador republicano Doug Ducey firmó los resultados electorales el lunes certificando la estrecha victoria de Biden allí, diciendo que un grupo bipartidista de funcionarios locales supervisó una elección limpia.
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