El Estado de Florida anunció que las personas mayores de 75 años serán las próximas en recibir la vacuna contra el COVID-19.
Siguiendo la política de que cada estado decidiría cómo llevar a cabo sus campañas de vacunación luego de las dos primeras fases, el gobernador Ron DeSantis anunció que este sector poblacional sería el siguiente a vacunarse, luego del personal médico y los centros geriátricos.
El comunicado, dado a conocer oficialmente en la noche de ayer, llega en un momento en que la pandemia está provocando más de 10.000 nuevas infecciones al día en el sureño estado norteamericano.
El gobernador se mostró contrario a que los trabajadores esenciales “jóvenes y saludables” estuvieran por delante de los ancianos. “No creo que esa sea la dirección que queremos tomar”, aseguró.
"En Florida tenemos que poner a nuestros padres y abuelos primero, eso es lo que estamos haciendo y vamos a trabajar como el infierno para poder distribuir toda la vacuna a los ancianos que la deseen", dijo DeSantis en conferencia de prensa en los predios de la instalación de UF Health en The Villages, condado de Sumter.
DeSantis agregó, además, que no dispondrían de vacunas suficientes para cubrir todo este sector de la población antes del primer día de 2021, pero que esperaba que para finales de enero ya las tuvieran disponibles. El estado recibió 179.400 dosis en un primer momento, y se espera que a finales de diciembre reciban otras 750.000 y para inicios del nuevo año; uno o dos millones de dosis más.
Actualmente, la población anciana de Florida supera los 4.4 millones de habitantes, y está calificada como de “alto riesgo” por las autoridades de salud estatales.
Estados Unidos reportó otro récord de muertes diarias, con 3.350 en la jornada del martes lo que elevó las muertes a más de 323.000, además de 202.000 nuevos casos que elevan la cifra del total de confirmados a los 18.3 millones.
El estado de Florida, por su parte, sumó casi 10.500 nuevos casos y 74 muertes. El número de personas fallecidas por la pandemia es de 20.753, lo que convierte al sureño estado en el cuarto con más fallecidos, solo por detrás de Nueva York, California y Texas.
Miami-Dade, el condado más poblado de Florida y donde se encuentra la ciudad de Miami, sigue siendo el epicentro de la enfermedad con un 22 % de los casos registrados hasta ahora.
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