La cubana Dairis Ravelo, residente en Ciego de Ávila, denunció en sus redes sociales que la venta de carne de cerdo a la población en Cuba para fin de año es una estafa más del Gobierno castrista.
Un video publicado en su muro de Facebook, permite ver lo que dos hombres alcanzaron a comprar: mayormente huesos que parecen ser de res y una cabeza de cerdo.
La joven le pidió al primero de ellos que le mostrara la mercancía, trasladada en un bicitaxi, en la misma parte donde los pasajeros ponen los pies.
"¿Esto es lo único que le vendieron al pueblo, ahí no había más nada, ni perniles ni nada?", preguntó al dueño de los productos.
"Más nada", respondió él.
Más adelante la muchacha detuvo a otro que viajaba en su bicicleta cargando en la parte de atrás una caja con varias pedazos de cerdo, entre los que sobresalía la cabeza del animal.
"Ya vieron, caballero, ese es el hueso. Vieron lo fundamental, lo que quería que vieran, que es para que nadie les diga mentiras ni nadie los engañe", expresó Ravelo.
"Es duro, es muy triste que hoy un 31 de diciembre, tengamos que comer hueso nada más", añadió.
La mujer cuestionó la presencia de numerosos policías para cuidar las colas en los puntos de venta, donde se ofertan solo huesos.
"Lo que ven en el noticiero es toda una mentira, una farsa, una manipulación para traer turismo al país, pero la cruda realidad de la alimentación del pueblo es esta: hueso y tripa. Me gusta mostrar la verdad para que todo el mundo la vea, la verdad de lo que le venden al pueblo", denunció.
En opinión de Ravelo, lo más triste es la actitud pasiva de la ciudadanía que no hace nada ante tanto abuso por parte de las autoridades.
"El pueblo es un carnero más que va a seguir aguantando, ya hoy, para lo que está pasando, es para que todo el mundo se hubiera tirado para la calle", lamentó.
Esta actitud generalizada de la gente motivó a la antigua activista política el pasado 14 de diciembre, a anunciar en su muro de Facebook que dejaría de hacer cosas en favor de la democracia en Cuba.
"Cuando quieran hacer algo por la libertad me contactan. Estoy cansada de multas, de acosos y hostigamientos y sus familias comiendo pollo y comprando en las tiendas americanas, y yo trabajando para multas y comiendo arroz con mojo", dijo entonces.
Las quejas por la paupérrima calidad de la carne que se le vende al pueblo cubano no son nuevas.
En mayo pasado, un usuario de Internet compartió imágenes que mostraban las malas condiciones higiénicas de un camión que repartía huesos en una bodega.
"La carne en el NTV y los huesos aquí en la bodega", expresó el autor del material, en el que se veía a un trabajador caminando con zapatos por encima de "huesos pelados", mientras los tiraba con las manos sin guantes en unas cajas, que posteriormente otros trasladan hacia el interior del local.
"Qué mala higiene, los huesos resistiendo el Sol, los tiran a la calle y así mismo se lo venden a las personas. Esto es terrible", lamentó el cubano.
En febrero, la prensa oficial admitió que el Gobierno destina la mayor parte de la carne que se produce en el país al turismo, y a la población se le envían los huesos de esos animales.
Un reportaje del periódico Trabajadores entrevistó a José Miguel García Falcón, fundador del combinado cárnico de la Empresa Pecuaria Genética Turiguanó, en Ciego de Ávila, quien declaró que la carne de res se comercializa en 86 hoteles y otras instalaciones del sector, mientras a la ciudadanía se le venden "subproductos de res en una carnicería en el poblado de Turiguanó y en las ferias de las ciudades de Ciego de Ávila y Morón".
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