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La Habana extiende venta de gas licuado a 7 CUP ante afectaciones con la balita en diciembre

Los clientes de La Habana, Artemisa y Mayabeque que no pudieron comprar el cilindro de gas licuado en diciembre, lo podrán hacer en enero al precio anterior.

Gas licuado en Cuba © Cubadebate
Gas licuado en Cuba Foto © Cubadebate

Este artículo es de hace 3 años

La Empresa de Gas Licuado de La Habana extendió de forma “excepcional” el periodo de compra de la balita de 10 kg de gas licuado normado para los clientes que no pudieron adquirirlo entre los días 21 y 31 de diciembre del pasado 2020, debido a la “falta de disponibilidad de cilindros llenos” en sus correspondientes puntos de venta.

En estos casos, según la entidad estatal, a los clientes “se les permitirá la compra de cilindros a 7 CUP, como estaba previsto en su ciclo, desde el 2 de enero hasta el 9 de enero de 2021”. La empresa habanera también extiende estos servicios hasta las provincias Artemisa y Mayabeque.

El cilindro de gas licuado normado, conocido en Cuba como “balita de gas”, fue uno de los productos que más subió de precio tras el proceso de unificación monetaria anunciado recientemente por el gobierno de la isla bajo el nombre oficial de “tarea de ordenamiento monetario y cambiario”.

El proceso, iniciado este 1ro de enero, ha eliminado los subsidios de gran parte de los productos que antes el estado le garantizaba a la población cubana a bajos precios.

Después de haber sido anunciada con un nuevo precio de 213 pesos cubanos, la balita bajó a 180 pesos, debido a las inconformidades de los cubanos con los altos precios.

El Jefe de la Comisión de los Lineamientos, Marino Murillo, tuvo que anunciar el pasado lunes, durante el espacio de la Mesa Redonda, la reducción de 33 pesos en el precio anunciado anteriormente, a pesar de que esto no constituye una diferencia sustancial.

Como excusa para la indecisión y fluctuaciones del gobierno, Murillo afirmó que la rebaja no solo se debía a la de "la preocupación de la población", sino a la relación que debían tener las tarifas de gas y electricidad “para ser coherentes con la matriz de consumo en la cocción de alimentos”.

No obstante, Murillo también anunció en el mismo programa una disminución de la tarifa eléctrica con respecto a la informada días previos debido a las fuertes presiones de los ciudadanos cubanos, quienes se quejaban de que los nuevos salarios no le alcanzarían para costear los servicios básicos de electricidad, alimentación y transporte.

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