El partido del actual gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, tomó el control del Parlamento luego de unas controvertidas elecciones celebradas en diciembre de 2020.
Los comicios, marcados por la abstención, tampoco habían contado con apoyo internacional, y fueron criticados duramente por varios gobiernos del área como Colombia, Uruguay, Brasil y la Unión Europea.
El nuevo presidente del Legislativo, Jorge Rodríguez, inauguró el período de gobierno con un discurso donde tildó a la oposición de “traidora” a los intereses nacionales.
Desde la mañana, el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, denunció un fuerte despliegue en los accesos al Palacio Legislativo por parte de fuerzas policiales, con el supuesto objetivo de que nada se saliera de lo previsto.
“Mientras la dictadura intenta generar terror y militariza el parlamento, estaremos instalando el nuevo periodo de la legitima AN”, señaló el líder opositor Juan Guaidó, quien más temprano en una sesión virtual aseguró que los opositores iban a permanecer en Venezuela y no se iban a ir del país, como esperaba la dictadura dirigida por Maduro.
La Asamblea Nacional había estado bajo dominio de la oposición venezolana desde el año 2015, y desde su seno se habían levantado las voces críticas contra el actual gobierno de Maduro.
No obstante, con la fundación en 2017 de la Asamblea Constituyente controlada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), la AN se había visto muy limitada en el ejercicio de sus funciones, a causa de decretos leyes aprobados para obstaculizarla por parte del aparato burocrático en el poder.
Con esta cuestionada victoria, Nicolás Maduro aspira a sacar al país de la crisis, al tiempo que espera un cambio en la política norteamericana cuando se produzca la toma de posesión de la nueva administración dirigida por Joe Biden.
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