Parler, la red social que utilizan muchos simpatizantes de Trump, ha sido borrada de la Apple Store este sábado, mientras que Amazon Web Services (AWS) ha anunciado que dejará de alojar sus servidores a partir del lunes.
La plataforma suspendida no ejerce ningún tipo de moderación de los contenidos, lo que ha llevado a que se utilice para difundir teorías de la conspiración u otros fines como el asalto al Capitolio de Estados Unidos del pasado miércoles.
Este viernes, Google había sido la primera gran plataforma en sacar la aplicación de su tienda por incumplir sus términos de servicio, ya que demasiados entre sus mensajes incitaban "al odio y la violencia". Por los mismos motivos, Apple dio 24 horas a la plataforma para realizar cambios en su política antes de suspenderla.
La carta del equipo de revisión de la App Store de Apple a Parler decía: "El contenido que amenaza el bienestar de los demás o tiene la intención de incitar a la violencia u otros actos ilegales nunca ha sido aceptable en la App Store".
La última en unirse a esta serie de reveses ha sido AWS, el servicio de alojamiento web de la compañía de Jeff Bezos, que anunció que dejará de alojar los servidores de la red social en la medianoche de este domingo. Amazon ha subrayado que ha enviado 98 ejemplos de contenidos que incitaban a la violencia y no habían sido borrados a la red social. Ahora, Parler deberá encontrar otro servicio de alojamiento web en ese lapso de tiempo o la aplicación dejará de funcionar.
“Recientemente, hemos visto un aumento constante de este contenido violento en su sitio web, todo lo cual viola nuestros términos. Está claro que Parler no tiene un proceso efectivo para cumplir con los términos de servicio de AWS ”, dice la carta enviada por correo electrónico a la compañía.
El presidente ejecutivo de Parler, John Matze, ha acusado a las grandes tecnologías de "querer matar a la competencia" y ha asegurado que tiene "mucho trabajo para asegurarse que los datos de todo el mundo no son borrados de Internet en las próximas 24 horas".
Además, Matze replicó a Apple asegurando que esa compañía estaba aplicando estándares a Parler que no se aplicaban a sí misma y que las empresas de Silicon Valley estaban atacando las libertades civiles. Añadió en un mensaje de texto: "La coordinación de disturbios, violencia y rebeliones no tiene cabida en las redes sociales".
“Aparentemente, creen que Parler es responsable de TODO el contenido generado por el usuario en Parler. Siguiendo la misma lógica, Apple debe ser responsable de TODAS las acciones realizadas por sus teléfonos. Cada coche bomba, cada conversación ilegal por teléfono celular, cada crimen ilegal cometido en un iPhone, Apple también debe ser responsable ", aseguró.
Según Matze, Parler podría "no estar disponible" esta semana para "reconstruirla desde cero", informó el diario The Washington Post.
La compañía enfrenta un futuro incierto después de las suspensiones de los gigantes tecnológicos y las críticas por difundir contenidos que condujeron al asalto del Capitolio el pasado miércoles.
La red social ganó popularidad entre los seguidores del presidente norteamericano Donald Trump tras los cambios en las normativas de comportamiento implementados por Facebook y Twitter desde principios del 2020 para plantar cara a las noticias falsas, la desinformación y el discurso de odio, en el marco de la pandemia del coronavirus y las elecciones estadounidenses.
La última noticia en esta saga llegó la semana pasada, con la suspensión permanente, por parte de Twitter, de la cuenta del presidente Trump, tras una serie de mensajes incendiarios asociados con el asalto al Capitolio en Washington DC.
Los actuales problemas de alojamiento de Parler recuerdan los del tablero de mensajes de extrema derecha 8Chan, que fue rechazado por los principales proveedores de servicios web el año pasado. Fue creado como una alternativa al tablero de mensajes 4chan, el lugar de nacimiento de la teoría de la conspiración QAnon.
Parler, que se presenta como la alternativa de la “libertad de expresión” frente a Twitter y Facebook, no es el único refugio para los tuiteros más conservadores suspendidos de la red social o que, decepcionados por las nuevas políticas de privacidad y publicación en las principales plataformas, buscan un espacio “sin censura”.
Cientos de usuarios descontentos por las recientes acciones de Twitter y Facebook contra comentarios y publicaciones en sus plataformas han migrado sus cuentas a la aplicación de mensajería instantánea Telegram (competencia de WhatsApp, propiedad de Facebook) y a la plataforma Gab, una red social en inglés conocida por tener una gran cantidad de usuarios de extrema derecha y cuyo sitio permite a las personas leer y escribir mensajes multimedia de hasta 300 caracteres.
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