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El gobernador de Florida, Ron DeSantis, aseguró este martes que no se están administrando vacunas contra el coronavirus a turistas en el estado.
“Hay personas de otros países en hogares de ancianos que pasan hasta seis meses en Florida, y gente de todo el país llamando a Florida porque ve que estamos poniendo las vacunas a mayores de 65 años y quieren recibir la inyección, pero no estamos destinándolas a turistas”, señaló el gobernador durante una conferencia de prensa en The Villages, la cual actualizó a los medios sobre el progreso de la vacunación en el estado.
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Sobre el tema se desató la polémica luego de que la periodista argentina Yanina Latorre publicara en su cuenta de Instagram que había conseguido una cita para vacunar a su madre mientras vacacionaban en Miami.
La publicación provocó que muchas personas mayores de 65 años se pregunten por qué una turista que viene a pasar el invierno a Miami logra inmunizarse primero que ellos, que no pueden ni siquiera acceder a las páginas de citas, colapsadas por la gran demanda.
Al respecto Francis Suárez, alcalde de Miami, consideró inadmisible el hecho de que algunas personas se aprovechen de la libre distribución de vacunas en su comunidad y advirtió que se debe priorizar a los residentes.
“Es extremadamente complicado averiguar cómo encontrar a las personas adecuadas durante la primera fase, las más vulnerables, en el momento de administrar las vacunas, sin que se desperdicien las dosis”, dijo a CNBC Heyward Donigan, directora ejecutiva de Rite Aid, una de las compañías de farmacias y tiendas de comestibles que se han asociado con el Departamento de Salud de Estados Unidos para administrar las vacunas en sus establecimientos.
Sin embargo, las recomendaciones de los Centros de Control y Detección de Enfermedades indican que primero se ofrezcan las vacunas al personal sanitario y a los residentes en las instalaciones de asistencia a largo plazo; luego a trabajadores esenciales no relacionados con la atención médica y a las personas de 75 años o más, seguidos por los de 65 a 74 años y cualquier persona con afecciones de salud de alto riesgo.
Lo cierto es que no existe ninguna regla que prohíba la vacunación a turistas durante la campaña. Además, cualquier exigencia de documentación legal para controlar que personas de otros países no reciban la inmunización pondría en riesgo la salud de millones de indocumentados que residen hoy en Estados Unidos.
Según el Observatorio Migrante Nexos, “a inicios de la pandemia en Estados Unidos, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS en inglés) anunció que el uso de pruebas y tratamiento para COVID-19 no implicaría ningún perjuicio a los inmigrantes en futuras evaluaciones de carga pública y mientras eso sucedía, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE en inglés) intensificaba sus acciones y realizó expulsiones exprés justificándose en argumentos de salud pública”.
“Estos mensajes contradictorios –continúa la publicación– generan confusión en la población inmigrante, quien se enfrenta a la dificultad de distinguir a qué servicios de salud pueden acudir sin correr el riesgo de ser arrestados”.
El Departamento de Salud de Florida anunció este martes que 597 119 personas han recibido la vacuna y 51 234 ya han tomado las dos inyecciones que aseguran una mayor inmunidad.
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