El cubano fue detenido este miércoles en la ciudad de Camagüey por repartir octavillas con mensajes martianos podría enfrentar cargos de “clandestinidad de impresión'', según le comunicaron las autoridades durante su arresto.
Identificado en Facebook como Bárbaro de Céspedes y apodado El patriota, el camagüeyano también cantó el himno nacional públicamente antes de ser conducido a una estación de policías de la ciudad.
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De Céspedes fue liberado después de 24 horas recluido y entrevistado por la Seguridad del Estado, según dijo en un video compartido en redes sociales por el también activista Dixan Gainza Moré, pues la policía le retiró el teléfono para “investigarlo” y afirmó que se lo devolvería en un plazo de 7 días.
El camagüeyano comentó que las autoridades pasaron horas tratando de encontrar un delito para adjudicarle tras su inofensiva manifestación.
Finalmente, le comunicaron que podía ser procesado atendiendo al Decreto 210 del código penal, que castiga la “clandestinidad de impresión” y que contempla la máxima sanción de hasta un año de privación de libertad.
La palabra “clandestinidad”, tan utilizada por las luchas revolucionarias que llevaron al poder a los hermanos Castro, ahora es el motivo de arrestos represivos a ciudadanos pacíficos.
El patriota no mostró preocupación por lo impugnado debido a que se considera un hombre inocente y civilizado que no cometió ningún delito.
Por el contrario, subrayó que no cesará su lucha por difundir las ideas martianas, y “mucho menos este mes que estamos celebrando el 168 aniversario del natalicio de nuestro apóstol”, dijo.
De Céspedes agradeció a todos los que hicieron visible su caso y lo apoyaron para que en menos de 30 horas pudiera estar en la calle . “Vamos a luchar contra la dictadura, porque nuestros hijos vivan felices”, afirmó.
En los últimos meses, la policía ha buscado castigar de modo ejemplarizante con delitos falsos a los cubanos que espontáneamente se manifiestan en el espacio público al ejercer su derecho a la libertad de expresión, amparado por el artículo 54 de la constitución vigente.
El pasado diciembre, el joven cubano Luis Robles Eliastigui fue detenido por la policía en el céntrico Boulevard de San Rafael por sostener un cartel exigiendo la liberación del rapero Denis Solís y el fin de la represión en Cuba.
Tras el arresto, la familia del joven recibió una nota donde se leía que Robles había sido detenido por el delito de “otros actos contra la Seguridad del Estado”, lo que implica haber violado el artículo 124 y siguientes del Código Penal cubano, que contempla de 10 a 20 años de privación de libertad, o la muerte para quien viole el espacio aéreo, u organice clandestinamente grupos armados en territorio nacional.
Lo anterior está muy lejos de ser una causa justa para Robles, quien no cometió ningún delito y ha sido declarado preso político por la organización Prisoners Defenders.
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