El expresidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva y siete de los nueve integrantes de su comitiva acompañante en un reciente viaje a Cuba dieron positivo al coronavirus durante su estancia en la isla, por lo que tuvieron que pasar allí una cuarentena y recibir tratamiento médico de emergencia.
El expresidente pudo regresar a Brasil este miércoles y se encuentra bien de salud, según reveló el diario Folha de São Paulo. Lula da Silva no presentaba síntomas de la enfermedad al momento en que le fue detectado el virus en exámenes que deben pasar los viajeros al quinto día de haberse realizado las pruebas obligatorias a su llegada al país.
Además de Lula, dieron positivo a la prueba su novia Rosángela da Silva, su fotógrafo personal Ricardo Stuckert y el escritor y biógrafo del expresidente, Fernando Morais, además de otros asesores que viajaron juntos a Cuba a finales de diciembre.
De acuerdo con el diario, Morais, autor del libro que inspiró la polémica película de espionaje cubano Red Avispa (2019), fue uno de los más castigados por el COVID-19 y necesitó ser hospitalizado.
Lula viajó a La Habana para participar en un documental sobre América Latina dirigido por el cineasta estadounidense Oliver Stone, reconocido admirador del régimen cubano.
Tres días antes del embarque, los integrantes de la comitiva se habían sometido en Brasil a exámenes RT-PCR que tuvieron resultados negativos, y a su arribo a Cuba, el 21 de diciembre, todo el grupo pasó por los exámenes protocolares exigidos en el país, que volvieron a dar negativos a coronavirus.
Fue, sin embargo, al cabo de cinco días de estadía en Cuba, que otra prueba detectó el contagio en los visitantes. Un periodo durante el cual la prometida de Lula, la socióloga Rosángela da Silva, de 53 años, hizo varias publicaciones en Twitter donde presumía de los momentos de disfrute en las playas de aguas cristalinas de la isla.
En otro tuit, Janja -como es conocida la novia de Lula- hacía mención a un vestido rojo que usó para celebrar la Navidad en Cuba. Asimismo, el día 26 de diciembre, supuesta fecha del examen que detectó el contagio de la comitiva, Janja publicó una foto de la pareja, donde se les ve sonrientes en una marina cubana.
Tras el diagnóstico, Lula, de 75 años, fue sometido a una tomografía computarizada que detectó lesiones pulmonares compatibles con las del COVID-19. El expresidente no necesitó ser ingresado, pero recibió un tratamiento a base de corticoides y anticoagulantes, al igual que otros infectados que presentaron problemas pulmonares, informó Folha de S. Paulo.
Asimismo, Lula tomó el inmunomodulador Jusvinza, que actúa sobre procesos inflamatorios típicos del COVID-19 y está incluido en protocolos sanitarios del país, mientras otros infectados sin mayores afectaciones pulmonares fueron tratados con el Interferón cubano.
Según un comunicado oficial del equipo de Lula, la evolución de la enfermedad del expresidente era seguida en Brasil por el exministro de salud de Dilma Rousseff y actual congresista del Partido de los Trabajadores, Alexandre Padilha. Especialista en enfermedades infecciosas, Padilha sostenía consultas diarias con Lula y conversaciones con los médicos cubanos que lo trataban.
El escritor Fernando de Morais, también de 75 años y un fumador empedernido de puros, presentó complicaciones pulmonares más severas y tuvo que permanecer hospitalizado por un periodo de 14 días.
Una presunta investigación epidemiológica realizada en Cuba concluyó que las ocho personas contrajeron el virus mientras viajaban, en aeropuertos o en el avión, explica el comunicado oficial del equipo del exmandatario. Esto, a pesar de que el expresidente y su comitiva viajaron en vuelo privado, alquilado por la producción del documental.
Después del resultado positivo al coronavirus, Lula habría cancelado sus actividades en Cuba y, solamente “tras el alta epidemiológica, al finalizar el viaje, se reunió únicamente con el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel; el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro; el primer ministro Manuel Marrero; y el canciller Bruno Rodríguez”, asegura el comunicado emitido por el expresidente a su arribo a Brasil.
La "foto de familia" de ese encuentro la publicó el diario oficial cubano Granma este martes, un día antes de que Lula dejara Cuba. Sin embargo, es poco creíble que el exmandatario no fuese recibido antes por las más altas autoridades cubanas.
Tras el contagio masivo, el rodaje del documental fue suspendido y las grabaciones pospuestas para una fecha futura, “cuando las condiciones sanitarias lo permitan”, informó el expresidente.
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