La cadena CNN nombró a Kaitlan Collins nueva corresponsal en la Casa Blanca, en sustitución del periodista de origen cubano Jim Acosta, quien causó más de una polémica en la mansión presidencial por sus desencuentros con el exmandatario Donald Trump.
El canal informó que el flamante reportero será ahora presentador de un programa de la cadena, y optó por una mujer para sustituirlo en la Casa Blanca como mismo hicieron otros medios de prensa, informó el periódico El español.
Cuatro grandes cadenas de televisión y un periódico han optado por una periodista para ser su nueva corresponsal en ese recinto, un puesto que hasta ahora había estado dominado casi exclusivamente por hombres.
Las pocas mujeres que se acreditaron en el mandato anterior sufrieron insultos por parte de Trump, quien llegó a decir que algunas parecían amas de casa amables y sumisas.
Los hombres también padecieron los insultos del mandatario: uno de los casos más sonados fue el del propio Jim Acosta, a quien en 2018 le retiró la credencial y lo acusó de "maleducado".
Ante una demanda interpuesta por CNN la credencial le fue devuelta días después.
El reportero de origen cubano fue uno de los grandes azotes del expresidente, y selló el final de su mandato con un conmovedor reportaje que habla de los tiempos que corren en Estados Unidos y los últimos días de la administración saliente: "La partida solitaria de Trump".
Collins, quien ha sido reconocida por Forbes como una de las personas de menos de 30 años más influyentes en el país, también tuvo sus desencuentros con Trump, que una vez le impidió participar en un acto por hacer "preguntas inapropiadas".
Las cadenas que optaron por designar periodistas mujeres para las coberturas en la Casa Blanca durante el mandato Biden/Harris están, además de la ya mencionada CNN; ABC, CBS, NBC y el periódicoThe Washington Post.
ABC nombró a Cecilia Vega en sustitución de Jonathan Karl, para las coberturas de la nueva Casa Blanca.
La CBS tenía a Weijia Jiang, a quien Trump cuestionó su origen asiático y lo asoció con la pandemia de Covid-19, y a quien dejó de cederle la palabra por "no ser amable y fácil". Sin embargo, ahora sumó a su equipo a Nancy Cordes, y la nombró su corresponsal principal para la nueva administración.
NBC, por su parte, designó a Kristen Welker, la segunda moderadora afroamericana en un debate presidencial televisado. Ella y Peter Alexander fueron los acreditados para la Casa Blanca.
Welker mostró su firmeza en el segundo debate e impidió que Trump violara las reglas del formato como hizo en el primer encuentro televisivo contra Biden.
The Washington Post nombró a Ashley Parker como su nueva jefa en la Casa Blanca, en sustitución de Philip Rucker. Parker cubrió de cerca el Gobierno de Trump, una administración que fue difícil para la mayoría de los reporteros.
Las mujeres que reportaron desde la Casa Blanca en el mandato recién finalizado resultaron incisivas y en muchas ocasiones aliadas frente a la furia del expresidente.
En una ocasión el mandatario fue interrogado por Weijia Jiang, sobre su reiterada afirmación de que Estados Unidos "estaba mucho mejor que cualquier otro país en lo que respecta a las pruebas" para detectar el COVID-19.
La pregunta cuestionaba el discurso sobre la competencia mundial de Estados Unidos frente a la pandemia, cuando el país seguía reportando miles de muertes. Trump se enojó y no quiso responder.
Posteriormente, el mandatario dio la palabra a Kaitlan Collins, pero esta cedió su turno para dejar que Jiang replicara e hiciera una pregunta de seguimiento.
Trump respondió a Jiang que estaba haciendo una "pregunta desagradable" e intentó castigar a Collins por darle tiempo a Jiang, llamando al siguiente reportero.
Sin embargo, Collins le reclamó al presidente, quien terminó abruptamente la sesión informativa y salió del escenario visiblemente enojado.
Ahora, se habla de un efecto Biden/Harris más conciliador y se espera un clima más amigable con los reporteros del despacho oval.
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