El periodista independiente cubano Yoe Suárez fue “entrevistado” este martes por agentes de la Seguridad del Estado que le amenazaron con procesarlo por mercenarismo, debido a sus publicaciones en redes sociales.
Suárez había sido citado por el capitán Piñeiro para someterlo a “una entrevista ahí que vamos a tener con usted” en la estación policial del reparto Siboney, en el municipio habanero de Playa. No se trata de la primera vez que el periodista es citado para este tipo de “entrevistas” que consisten en un interrogatorio lleno de amenazas encubiertas.
Una vez en la estación, los agentes de la seguridad del estado que lo “atienden” (René, Jonathan y un tercer sujeto que le presentaron como “el especialista” José Antonio), le aseguraron que el motivo por el que lo habían citado era por sus publicaciones en Facebook.
“De agosto para acá, han sido muy ‘confrontacionales’”, le dijeron los oficiales que lo interrogaron por espacio de una hora en la estación de policía. Suárez, por su parte, les contestó que su “política comunicacional en FaceBook” no había cambiado, y que las utilizaba para lo mismo de siempre, para compartir “mi manera de ver el mundo, mi fe, mi ideología, mis principios y valores”.
El periodista contó a CiberCuba las principales líneas de la “conversación” que sostuvo con los represores. Según Suárez, tuvo la impresión de que “están molestos con los post que se han reproducido en medios como ADN, en los que he mostrado inconformidad con el orden de cosas en Cuba, con el sistema socialista, utilizando cifras, datos y argumentos”.
Suárez, quien se encuentra “regulado” por las autoridades desde febrero pasado, volvió a ser amenazado con mantener ese status si no dejaba de colaborar con el medio independiente Diario de Cuba. “Dentro de 10 días cumplo un año de regulado, de estar preso en mi país, donde cada metro de costa es un barrote”, explicó el periodista independiente.
Por su trabajo, le dijeron los agentes de la seguridad del estado, “lo podían procesar por mercenarismo”. Suárez no recordaba con exactitud las penas que le explicaron estaban asociadas a este delito, salvo que eran muchos años de prisión e incluso la pena de muerte. “Busquen en el Código Penal para ser más exactos”, pidió en el audio enviado a esta redacción.
La Ley Nº 62 de CÓDIGO PENAL de la República de Cuba, Libro II, Parte Especial (Delitos), Título I (Delitos contra la seguridad del Estado), Capítulo I (Delitos contra la seguridad exterior del Estado), establece en su Artículo 118.1 que:
“El que, con el fin de obtener el pago de un sueldo u otro tipo de retribución material, se incorpore a formaciones militares integradas total a parcialmente por individuos que no son ciudadanos del Estado en cuyo territorio se proponen actuar, incurre en sanción de privación de libertad de diez a veinte años o muerte".
Asimismo, en el Artículo 118.2 se recoge que: “En igual sanción incurre el que colabore o ejecute cualquier otro hecho encaminado directa o indirectamente a lograr el objetivo señalado en el apartado anterior”.
En febrero pasado, cuando las autoridades lo incluyeron en la lista de personas “reguladas”, Suárez declaró: “No es una sorpresa para mí, pero siempre es un golpe”. Ahora, a la amenaza de continuar regulado si sigue ejerciendo su profesión de periodista, se le suma la amenaza de altísimas penas de cárcel, e incluso la pena de muerte.
La prohibición de salir al exterior, ya sea para asistir a eventos, cursos u otras actividades personales, tiene visos de ilegalidad cuando no se está incurso en ningún proceso legal por delitos graves. Sin embargo, la amenaza recibida ahora por Suárez constituye una violación todavía mayor a sus derechos a la integridad física y libre expresión, entre otros.
El régimen cubano está cada vez más asediado por el uso que hacen de las redes sociales los opositores, los periodistas independientes y la sociedad civil en general. Suárez detectó la preocupación que les causa este fenómeno inédito para el aparato represor y de control del régimen.
“Yo siento que eso es algo que a ellos les golpea mucho, porque los cubanos pueden disfrutar de manera ‘virtual’ derechos que le son suprimidos en el mundo real, se expresan libremente, se organizan y se reúnen”, sentenció.
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