El presidente Joe Biden prevé firmar un decreto que posibilitaría la admisión de decenas de miles de refugiados más en Estados Unidos y anunciar otras medidas que involucran la frontera Sur y los migrantes que esperan en allí, entre ellos miles de cubanos.
Dos funcionarios de la nueva administración norteamericana afirmaron a la cadena de noticias CNN, que el mandatario piensa revertir la política restrictiva de Donald Trump, quien redujo drásticamente el programa de admisión de refugiados a solo 15 000, una cifra muy baja si se compara con la media histórica del país.
El presidente, que decide el número de personas que serán admitidas cada año, quiere cumplir su promesa de campaña de aumentar las admisiones de refugiados hasta un límite anual de 125 000.
El decreto podría ser firmado en fecha tan temprana como este mismo viernes, según la agenda presidencial circulada entre los funcionarios de la administración.
La subdirectora del Consejo de Política Nacional para la Inmigración, Esther Olavarria, señaló que Biden también anunciará planes para la frontera sur, donde su gobierno tiene la intención de establecer un "programa de asilo justo, pero eficiente".
Según esa iniciativa se eliminaría el programa "Permanecer en México", que obliga a los migrantes -muchos de ellos cubanos- a permanecer en el vecino país mientras sus casos de inmigración se analizan en Estados Unidos.
Ya desde la semana pasada el Departamento de Seguridad Nacional se negó a aceptar nuevas inscripciones al programa "permanecer en México" en espera de nuevas órdenes, aunque se desconoce qué pasará con quienes ya se acogieron al mismo.
Entre otros planes Biden también prevé eliminar los acuerdos de terceros países con las naciones centroamericanas que se establecieron bajo la administración Trump, apuntó CNN.
Olavarria consideró que las acciones de Biden restablecerían el programa de admisión de refugiados y permitirían que Estados Unidos vuelva a su papel histórico como líder y protección para esta categoría migratoria.
La nueva administración también establecerá otros proyectos para reactivar el programa de menores centroamericanos que había sido terminado por Trump y que permite que ciertos jóvenes en riesgo de violencia vivan en Estados Unidos.
Asimismo se prevé que sea eliminada la orden de Trump de restringir la entrada al país de personas con base en la "carga pública", y que prohibía la admisión de inmigrantes de bajos ingresos, y que los migrantes obtuviesen un estatus legal si usaban beneficios como Medicaid, cupones de alimentos o vales de vivienda.
"Estas son políticas que ignoraron décadas, y en realidad siglos, de contribuciones que los inmigrantes han hecho a nuestra economía, a nuestra sociedad, a nuestra cultura. Rescindiremos esas políticas y regresaremos a un país que da la bienvenida a los inmigrantes y reconoce sus contribuciones", dijo la funcionaria.
Biden tiene proyectado otro decreto que establecerá un grupo de trabajo para analizar la reunificación de familias separadas en la frontera entre Estados Unidos y México bajo la controvertida política de «tolerancia cero» de Trump, que finalizó en junio de 2018.
Estas propuestas aseguran el cumplimiento de las promesas de campaña de Biden, aunque el presidente aún no sabe si podrá cumplir el mayor de sus propósitos sobre migración: legalizar en el país a más de 10 millones de indocumentados en un máximo de 8 años, una ley que deberá ser aprobada por el Congreso.
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