La televisora multiestatal de izquierda, Telesur, se refirió a los artistas cubanos que se manifestaron frente a las puertas del Ministerio de Cultura el pasado miércoles como “individuos estadounidenses”.
La tesis de que el gobierno norteamericano condiciona y financia el activismo o cualquier expresión autónoma en Cuba se ha convertido en un mantra, al punto tal que este medio con sede en Caracas entendiera que quienes se manifestaron el 27 de enero no eran legítimos cubanos.
Fabiola López, corresponsal de Telesur en La Habana, explicó a la presentadora Paola Pérez que, el pasado 27 de enero, un “reducido grupo con intereses contrarios a los de la Revolución tenía pactada una cita con los funcionarios del MINCULT”. Según la corresponsal, solo tres personas se entrevistarían con las autoridades culturales cubanas, sin embargo, a ellos “se le sumaron unas 30 personas”.
Agrega López que “el Ministerio de Cultura ha ratificado su voluntad de dialogar con creadores honestos sobre cualquier tema relacionado con la política cultural del país”, no obstante, los funcionarios también reiteraron “la negativa al diálogo con mercenarios o provocadores”.
Sobre los detonantes de las manifestaciones, o los detalles de lo sucedido, la reportera hizo silencio. Su intervención en el espacio Edición Central, de hecho, resultó muy escueta, sin ahondar en explicaciones o evidencias, con escasas imágenes para ilustrar los hechos. En la transmisión solo se mostraba, en bucle, las palabras de Alpidio Alonso, ministro de Cultura, ratificando su posición frente a un grupo de adeptos mientras estos le aplaudían.
Como antecedentes de los hechos, la periodista citó los intentos de diálogos del 27N, a finales del pasado año. Sin embargo, trazó una línea divisoria entre lo que ella considera “un grupo de jóvenes preocupados por debatir sobre la política cultural de Cuba” y “algunos elementos desafectos a la Revolución que intentaron hacer allí un show mediático”.
Asimismo, esclareció que los medios locales cubanos “habían desenmascarado lo ocurrido” y sugirió que los manifestantes procuraban el espectáculo para, incluso, “cometer actos delictivos”. A lo anterior, López agregó que los creadores independientes que allí se dieron cita “no representaban al Movimiento Artístico del país”.
Sobre el rol de la prensa independiente, la corresponsal utilizó la cobertura en tiempo real a los hechos que realizaron varias plataformas como “la prueba de que Estados Unidos financiaba a la matriz provocadora que cometía esos actos de desestabilización en Cuba”.
Dentro de las “prestigiosas instituciones que condenaron las provocaciones y respaldaron a los funcionarios de Cultura”, Fabiola citó a La Casa de las Américas, una institución adscrita al propio MINCULT y la Fundación Fernando Ortiz, cuyo presidente es Miguel Barnet, escritor y militante del Partido Comunista de Cuba.
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