Ya es un hecho. Después de 10 fructíferos años de entrega profesional en AmericaTeVe-Canal 41 de Miami, el reconocido periodista uruguayo Pedro Sevcec abandona esa estación televisiva y su programa A Fondo.
La salida de Sevcec no se ha anunciado oficialmente pero se consumó desde comienzos de esta semana, luego de un prolongado compás de espera que no contribuyó al retorno del periodista a su habitual programa en el espacio estelar de la noche. No se estaba negociando ningún contrato, como dijeron algunas fuentes no identificadas al diario El Nuevo Herald, porque hace mucho rato que los talentos y demás empleados están sin relación contractual con la empresa televisiva.
El anuncio publicitario de identificación de A Fondo aparece ya cambiado, sin su foto, en la página digital de la estación, y pronto la novedad comenzará a circular en el ámbito local, donde su repentina "desaparición" del aire ha generado múltiples conjeturas entre sus seguidores. Este jueves también se sumó la renuncia de otra fundadora del espacio, la productora Naday Balbuena, querida amiga de siempre.
Tratándose de una decisión irremediablemente triste para el panorama periodístico del sur de Florida, no puedo abordarla de otra manera que no sea, de cierta manera, un golpe personal.
Soy fundador del programa original Sevcec A Fondo, que estará cumpliendo 10 años de existencia dentro de unas semanas, y ambos formamos parte de un equipo que en breve tiempo logró posicionar el espacio en los primeros planos de audiencia e impacto informativo en la comunidad.
Si faltaran esas confluencias recientes, hay otra motivación mucho más esencial para mí. A Fondo fue una fragua de profesionalismo, experimentación, complicidad y orgullo laboral que terminó consolidando una entrañable amistad con su conductor, Pedro Sevcec.
El formato inicial de media hora pasó luego a una hora y transformó su estructura y contenido. Desde abril de 2011, Sevcec le imprimió su sello y su rigor de periodista sagaz y conocedor. Fue siempre un placer trabajar con él, porque era un reto de superación cotidiana.
Por eso, resulta verdaderamente lamentable su salida del Canal 41 y doblemente insultantes las circunstancias que provocaron su ausencia en la conducción del programa tras las elecciones del pasado 3 de noviembre.
No nos engañemos con justificaciones por las ramas. Sevcec se va como resultado de un acto de censura por parte de la dirección de canal en medio de la crispación política derivada de la controversia por los comicios presidenciales.
Justamente van a cumplirse tres meses de esa ausencia. La gerencia y el aparataje de repetidores dóciles podrán justificarlo por el descenso de los ratings o pretendidos cambios estructurales en la programación del canal. Pero no hay que ser un analista adelantado para percatarse de la realidad de este vergonzoso incidente.
Pedro Sevcec es un profesional de probada ejecutoria. Su cobertura del proceso electoral y de los mortales efectos de la pandemia del coronavirus (dos factores confluyentes en el panorama político y social de 2020) buscó siempre el equilibrio, la moderación y la completitud noticiosa. Pero eso no parecía contentar a ciertos sectores de la audiencia de AmericaTeVe, que quería escuchar información y noticias enfocadas en favor del Partido Republicano, anticipándoles la victoria de Donald Trump.
Por A Fondo desfilaban panelistas de todas las tendencias y se exponían los resultados diarios de todas las encuestas (ya fueran agencias conservadoras o liberales), así como se analizaba el paso arrasador de la pandemia. Pero algunos televidentes querían oír solo lo que complaciera sus vaticinios y posicionamientos políticos, de ahí que comenzaran a realizar ciertas llamadas para acusar a Sevcec con las etiquetas que ya conocemos: "comunista", "socialista" y "enemigo de Trump y del exilio".
En un escenario nacional de radicalismos políticos y elucubraciones conspirativas del que no escapan los residentes locales, son perfectamente entendibles estos reclamos exaltados. Por cierto, no suceden solo en torno a Sevcec y AmericaTeVe, sino que se extienden entre las combativas audiencias de otras emisoras de Miami -y algunos programas miasmeros- donde Torquemada parecería un personaje conciliador. Lo que resulta intolerable es que la dirección del canal se haya plegado de manera cobarde y desvergonzada a este estropicio contra su principal figura periodística.
Los detonantes parecen haber sido la necesaria corrección de Sevcec a un panelista de recia estirpe republicana que negó que hubiera una pandemia en el país y en el mundo. Otro de los invitados también interpelados por el conductor se refirió a que "algo olía mal en las elecciones", como si el olfato fuera argumento para demostrar el pretendido fraude en la votación.
Para ser honestos, debo decir que la conjura de necedad en torno a Sevcec no es solo exclusiva de la audiencia. La decisión de apartar a Sevcec tiene de trasfondo el propio comportamiento de directivos de AmericaTeVe, quienes encaminaron tendenciosamente la proyección editorial de la estación en el rumbo de las candidaturas republicanas y de la reelección de Trump.
Si alguna duda quedara, bastaría con revisar algunos programas, noticieros, coberturas y episodios recientes en la estación televisiva. Estamos hablando de una entidad periodística que en su programa especial de cobertura electoral celebró como "un resultado irreversible" el triunfo electoral de Trump, al final de la jornada del 3 de noviembre. Un día antes, sin la conducción de Sevcec en A Fondo, el comisionado Joe Carollo se desdobló en una suerte de Walter Mercado redivivo para pronosticar la victoria arrasadora de Trump, según le había confesado un prominente analista y encuestador.
No puede olvidarse tampoco que en espacios informativos de ese canal, el abogado Marcell Felipe, accionista, representante legal y entrevistado permanente de AmericaTeVe, impulsó la candidatura del ex capitán Gabriel García en las primarias republicanas por un puesto en la Legislatura estatal de Florida. García, un miembro de los Proud Boys, fue arrestado y encausado por su participación en el asalto al Capitolio de Estados Unidos, una noticia que aún es asignatura pendiente en los informativos y el sitio digital de la estación.
AmericaTeVe tiene todo el derecho de encauzar sus proyecciones editoriales por los caminos que considere pertinentes. Puede optar por afianzarse como un bastión conservador en el Sur de Florida y "Make A Fondo Great Again", con antena nueva en los terrenos de Hialeah Gardens. Es una decisión que corresponde a la gerencia en virtud de sus anunciantes y sus televidentes más fieles. Podrá prohibir invitados incómodos y mantener como fichas permanentes a los mismos bustos parlantes que suelen tener la anuencia del patronato. (Por cierto, ¿qué ha pasado con la doctora Aleen Marty, eminente epidemióloga y lúcida analista, quien desapareció abruptamente de los espacios de la estación? ¿No era acaso un privilegio contar con una experta de alto nivel como ella, fogueada en los avatares de otras epidemias internacionales y verdadera autoridad en la materia?)
Pero no podrá sustraerse de haber cometido un error garrafal. Pedro Sevcec no necesita de AmericaTeVe para legitimar una trayectoria plena de aciertos, conquistas profesionales y popularidad sostenida. Es AméricaTeVe quien más necesitaba de su magisterio y confiabilidad como comunicador. Espero que prevalezca aún allí un poco de cordura para no tirar por la borda lo que queda de un proyecto levantado con la dedicación, la laboriosidad y el talento de muchos colegas con quienes me honró compartir cuatro magníficos años de vida profesional.
No lo dudemos: este es un trance amargo para la comunidad hispana y para el leso periodismo de Miami.
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