El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS por sus siglas en inglés) dijo que los inmigrantes indocumentados que residen en el país tendrán acceso a las vacunas del coronavirus.
La declaración oficial sobre igualdad de acceso a vacuna contra la COVID-19 y sitios de distribución de las mismas, fue publicada el 1 de febrero en la página oficial del Departamento de Seguridad Nacional.
DHS señala que se trata de un imperativo moral y de salud pública garantizar que quienes residen en Estados Unidos tengan acceso a la vacunación. Por esta razón invitan a todas las personas, sin importar su estatus migratorio, a recibir la vacuna contra el coronavirus cuando sean elegibles según las pautas de distribución local.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos y el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza han indicado que no realizarán operaciones en o cerca de los sitios o clínicas de distribución de vacunas, ni cerca de las instalaciones de atención médica, como hospitales, consultorios médicos, clínicas de salud acreditadas e instalaciones de atención de emergencia o urgencias, excepto en extraordinarias de circunstancias.
El DHS aseguró en su comunicado que cumple su misión de conformidad con la ley y la política. En este sentido están incluidas todas las áreas dentro de su respuesta a la COVID-19 y las acciones se realizarán sin discriminación por motivos de raza, etnia o nacionalidad.
El texto indica que tanto el DHS como sus socios del gobierno federal apoyan el acceso equitativo a las vacunas de COVID-19 y a los sitios de distribución de estas para inmigrantes indocumentados. Ratifican además, la misión de este organismo cuyos deberes son variados, pero su objetivo supremo es claro: mantener a Estados Unidos a salvo
Aseguran que harán una distribución equitativa y eficiente de la vacuna contra la COVID-19 a todas las poblaciones. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), coordinará esfuerzos para establecer y apoyar instalaciones fijas, sitios de vacunación temporales o emergentes y clínicas de vacunación móviles, especialmente en las comunidades rurales y desatendidas.
Este fin de semana los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) indicaron que casi 50 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 han sido distribuidas en Estados Unidos y que cerca de 30 millones habían sido administradas. Estos números incluyen vacunas de Moderna y Pfizer/BioNTech.
El presidente Joe Biden ha centrado los esfuerzo del inicio de su gobierno en la gestión de la pandemia del coronavirus. Ha firmado varios decretos, entre ellos, el incremento de las disponibilidades para los exámenes para detectar la enfermedad y el uso obligatorio de mascarillas en edificios federales.
Entres las políticas de Joe Biden enfocadas a la salud destaca la firma de la “orden ejecutiva para el fortalecimiento de Medicaid y la Ley de Asistencia Asequible” que permitirá aumentar el número de estadounidenses asegurados en el área de la sanidad.
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