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Las autoridades sanitarias cubanas han dicho que incrementarán las capacidades hospitalarias y en centros de aislamiento para afrontar los efectos de la tercera ola del coronavirus en Cuba.
El gobierno de La Habana aseguró a la prensa oficialista que reorganizó las capacidades en sus centros de aislamiento, así como los insumos que necesitan para su labor, de cara a poder atender tanto a pacientes contagiados como a sospechosos de tener la COVID-19.
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Las camas para casos sospechosos de coronavirus crecerán en mil capacidades, según el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata. Se preparan nuevos espacios en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI).
Guantánamo, provincia con la mayor tasa de incidencia de coronavirus en Cuba, informó que se encuentra en el proceso de revisión de los centros de aislamiento y las instalaciones hospitalarias para incrementar capacidades. Confirman a la prensa oficialista la existencia de 3.200 camas para atender a enfermos y contactos de casos confirmados.
Las autoridades de Villa Clara confirmaron el martes la apertura de 17 centros de aislamiento. Esta provincia es una de las que tiene mayores índices de incidencia de coronavirus en Cuba. Se encuentra en la fase de transmisión autóctona limitada. Sus centros de aislamiento se distribuyen entre los 13 municipios y aseguran que tienen capacidad para 1199 personas.
A pesar de los datos de la prensa oficialista sobre el aumento de las capacidades para atender los casos de coronavirus, esta semana se supo el caso de una madre y su hija que fueron diagnosticadas con la COVID-19 el pasado domingo al mediodía, y llevaban hasta este miércoles en su casa esperando que las recogieran y las llevaran a un centro de aislamiento.
Las condiciones de algunos de estos centros de aislamiento también han sido criticadas en repetidas ocaciones. Una joven denunció en sus redes sociales la precaria situación de higiene y alimentación que sufren los pacientes de una institución adaptada para personas sospechosas de coronavirus en Ciego de Ávila.
El Gobierno cubano, por su parte, impondrá a partir del 6 de febrero una cuarentena obligatoria para todos los viajeros procedentes del extranjero, para intentar frenar el aumento progresivo de los casos de coronavirus que enfrenta el país.
En este sentido el Estado cubano promueve que los visitantes internacionales y los cubanos residentes en el exterior puedan cumplir la cuarentena obligatoria en hoteles del país, pagando los servicios de alojamiento y transporte. Durante la estancia tendrán restricción de movimiento, no podrán ir a la playa, ni hospedarse con los familiares.
Esta semana varias provincias cubanas retrocedieron a la fase de transmisión autóctona limitada tras mantener una tendencia al aumento de casos confirmados de coronavirus. Entre ellas están Artemisa, Isla de la Juventud, Mayabeque, Ciego de Ávila, Pinar del Río y Camagüey.
Las autoridades de La Habana estiman que a pesar de la alta cifra de personas reportadas como casos activos, la capital no ha alcanzado todavía el pico de contagios y que en los próximos días la cantidad de positivos, sospechosos puede aumentar.
El Estado cubano se prepara para un escenario que podría no ser nada alentador. Según indicó el doctor Raúl Guinovart, decano de la Facultad de Matemáticas y Computación de la Universidad de La Habana, los casos de coronavirus en Cuba mantendrían el crecimiento durante febrero.
“Los pronósticos para nosotros no son alentadores. Hay varios modelos que dan una información, modelos fenomenológicos que aplican también profesores de nuestra facultad que dan cifras catastróficas”, aseguró Guinovart e indicó que si se toman las medidas a tiempo hay otros modelos dinámicos que dan noticias más halagüeñas.
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