Autoridades fronterizas de Estados Unidos rechazaron este sábado la entrada al país de aproximadamente 100 migrantes, la mayoría cubanos, al intentar pasar a través del puente internacional de Santa Fe, en México, informó el periódico La Jornada.
Los cubanos se congregaron en horas de la mañana en las inmediaciones del puente, desde donde exigieron que se les permitiera cruzar hacia la ciudad estadounidense de El Paso, en el estado de Texas, para solicitar asilo político.
Según el diario mexicano, oficiales de Aduana y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos colocaron “barricadas rodeadas con alambre de púas y navajas filosas, además de alinear decenas de policías con perros y equipo antimotines para evitar que crucen”, lo que corresponde a un protocolo estándar de acción de las autoridades.
Por otra parte, agentes federales mexicanos intentaron resguardar el cruce internacional de la frontera con el fin de evitar “un incidente”, dice el diario, aunque los cubanos insistieron en que querían dialogar con los funconarios de Estados Unidos.
El objetivo del diálogo era resolver la situación migratoria de muchos cubanos retrasada por el Covid-19, quienes fueron forzados por el gobierno de Donald Trump a esperar dentro de territorio mexicano mientras se procesa su solicitud de asilo político.
No es la primera vez que este año, a pesar de apenas haber comenzado, los migrantes cubanos son rechazados al intentar cruzar la frontera de Estados Unidos.
El pasado 21 de enero, varios cubanos fueron interceptados entre un centenar de inmigrantes sin documentos que se trasladaban en el interior de un camión de refrigeración y ya habían ingresado al territorio estadounidense.
El camión fue interceptado por la Patrulla Fronteriza en Laredo, Texas, específicamente en un punto de control de la carretera interestatal 35, con destino a San Antonio. Uno de los perros entrenados en la detección de drogas marcó el vehículo.
El pasado 30 de enero, agentes de la Patrulla Fronteriza detuvieron a una migrante cubana que había dado a luz en un hospital de Texas.
La madre aseguró que los agentes se la habían llevado un día después del parto hacia una celda de detención sin camas y casi sin comida.
Hasta el momento, las autoridades no han liberado a la madre, aunque su hijo pequeño tiene derecho a la nacionalidad estadounidense por haber nacido en territorio norteño.
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