El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, ratificó que el apoyo a la democracia y la promoción de los derechos humanos constituyen un principio rector de la política exterior de la administración Biden y, como tal, guiarán los pasos de las relaciones con Cuba.
En la conferencia de prensa ofrecida este viernes, Price aprovechó una pregunta sobre si la actual administración consideraba sacar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo para esbozar los principios en los que se basará la política exterior estadounidense hacia La Habana.
La política de la administración Biden hacia Cuba se guiará por dos principios, afirmó el portavoz del Departamento de Estado. “El primero es el apoyo a la democracia y los derechos humanos. Estará en el centro de nuestros esfuerzos a través del empoderamiento del pueblo cubano para determinar su propio futuro”, aseguró.
“En segundo lugar, creemos que los estadounidenses, y especialmente los cubanoamericanos, son los mejores embajadores de la libertad y la prosperidad en Cuba”, indicó Price, quien coincidió con el mensaje enviado a finales de enero por la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien resaltó, además, que los cubanoamericanos, "son los mejores embajadores para la libertad en Cuba", en alusión a los viajes familiares.
El mensaje que la diplomacia de Biden quiere hacer llegar a La Habana, de momento, no ha cambiado de tono ni de consistencia. A pesar de tratarse de declaraciones y no de una estrategia concreta, lo cierto es que insiste en subrayar los principios que guiarán la acción del gobierno estadounidense en su relación con Cuba y con la comunidad internacional en general.
“Nos hemos comprometido a hacer de los derechos humanos un pilar fundamental de nuestra política exterior estadounidense”, enfatizó Price en la rueda de prensa de este viernes. “Esto se aplica ciertamente a Cuba, al igual que me han oído referirme a ella en general, e incluye redoblar nuestra dedicación a los derechos humanos en todo nuestro propio hemisferio”.
En ese sentido, el funcionario recalcó que Estados Unidos trabajará muy de cerca con aliados y socios para apoyar a los defensores de los derechos humanos y a los luchadores por la democracia y las libertades en todo el mundo.
“Los defensores de los derechos humanos de todo el mundo siguen buscando el apoyo de Estados Unidos contra los regímenes autoritarios. Esta es una de esas cuestiones contra las que seguiremos reuniendo a nuestros aliados y socios”, manifestó Price.
Uno de estos socios, quizás el más importante en relación con Cuba, es la Unión Europa (UE). En la pregunta que se le hizo sobre Cuba y su inclusión en la lista de países patrocinadores del terrorismo, el periodista mencionó la petición hecha por el jefe de la diplomacia europea, el español Josep Borrell en Moscú durante una conferencia de prensa con su homólogo ruso, según publica el diario La Vanguardia.
"Lamentamos mucho la decisión de Trump de incluir a Cuba en la lista de países que apoyan el terrorismo. Esta decisión fue tomada en las últimas horas de su mandato. Y esperamos que la nueva administración la revierta", declaró Borrell durante la rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
Al hilo de la pregunta y las declaraciones hechas por Borrell, el portavoz del Departamento de Estado contestó que la administración Biden se ha comprometido a revisar cuidadosamente las decisiones políticas tomadas en la administración anterior, incluida la decisión de designar a Cuba como estado patrocinador del terrorismo.
“No quisiera entrar en más detalles. Pero a medida que analicemos este asunto en nuestra política más amplia con Cuba, esos principios seguirán estando presentes”, concluyó Price dejando abierta la puerta a un posible cambio en la designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo, pero dejando claro también cuáles serán los principios que basarán todo análisis y la toma de decisiones en ese sentido.
Durante su campaña presidencial, Biden declaró a CiberCuba que empoderar al pueblo cubano sería el pilar de su política hacia la Isla a su llegada a la Casa Blanca, y afirmó que todo lo hecho por la administración Trump era un "fracaso total".
"Las represiones por parte del régimen sólo han aumentado bajo su mandato. Como presidente, mi política se regirá por dos principios: primero que los estadounidenses, los cubanoamericanos en particular, son los mejores embajadores por la libertad en Cuba. En segundo lugar, empoderar al pueblo cubano para determinar su propio futuro es fundamental para la seguridad nacional de Estados Unidos", aseguró.
El pasado lunes, durante una entrevista con MSNBC, Blinken se refirió brevemente a la designación de Cuba como país patrocinador del terrorismo, una de las últimas movidas políticas de la administración de Donald Trump.
"Hubo una serie de acciones que tomó la administración saliente, incluida esa, que fueron pasos que podría haber tomado presumiblemente durante los cuatro años de mandato", dijo acerca de la inclusión de Cuba en la lista negra, de la que Barack Obama la sacó en 2015, durante su política de deshielo entre Washington y La Habana.
"Las estamos mirando todas", fue la respuesta de Blinken sobre la posible revocación de esta medida por la nueva administración estadounidense.
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