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Laritza Diversent, directora de la ONG Cubalex, opina que la lista de actividades prohibidas para el cuentapropismo en Cuba, que anunció el gobierno, no solo frena el desarrollo del sector privado, sino que además constituye un retroceso en materia de Derechos Humanos en la isla.
“El ‘Clasificador Nacional de Actividades Económicas’ atenta contra la libre elección del empleo. Es un retroceso en DD.HH.”, escribió la abogada en Facebook, red social en la que también cuestionó que entre las actividades prohibidas para ejercer en el sector privado aparezca la “contabilidad”.
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"¿A quién se le ocurre prohibir las actividades de contabilidad?", se pregunta Diversent.
La abogada reparó, igualmente, en que “la mayoría de las actividades en la lista están en plural”, lo que implicaría que “por cada una de ellas pueden prohibir otras a discreción de la administración”, es decir, otras que no han sido publicadas ahora de forma explícita pero que podrían ser incluidas a criterio del Ministerio del Trabajo.
“Lo que hacen siempre”; “ley mordaza”; “como siempre al final es lo que les dé la gana y nunca lo que escriben ellos mismos en la ley”, reaccionaron algunos comentaristas a los criterios de la abogada de Cubalex, organización dedicada a la defensa de los derechos humanos en Cuba.
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (MTSS) publicó este miércoles un listado de 124 actividades en las que no está permitido el trabajo por cuenta propia.
El Gobierno cubano eliminó la lista previa de actividades permitidas en el sector privado, que eran 127, y anunció en su lugar el veto o limitación de 124 ocupaciones.
El Clasificador Nacional de Actividades Económicas (CNAE) contempla ahora más de 2.000 actividades que puede ejercer el sector privado, pero ha dejado fuera algunos apartados que han generado polémica y malestar entre los damnificados de las prohibiciones.
Algunas de las labores que no se podrán desarrollar por cuenta propia son el periodismo, la edición y maquetación de libros, directorios y listas de correos, periódicos, tabloides y revistas en cualquier formato o soporte, lo que representa un golpe para los periodistas, escritores y medios independientes.
También está prohibida la producción audiovisual y cinematográfica, la enseñanza de cualquier nivel y también han sido incluidos en el listado los arquitectos, que tampoco podrán ejercer por cuenta propia.
Aunque se trataba de una reforma largamente esperada, que se previó como una apertura al sector privado en medio de una grave crisis económica, el listado deja evidenciada una declaración de intenciones por parte del gobierno, al prohibir de forma expresa algunas actividades que limitan la libertad de expresión y de creación.
La decisión de eliminar la lista de actividades permitidas y sustituirla por una de prohibiciones, se había anunciado en julio de 2020 dentro de un paquete de medidas para enfrentar la recesión y las consecuencias de la pandemia de coronavirus, pero no fue aprobada hasta la semana pasada por el Consejo de Ministros.
"Que el trabajo por cuenta propia continúe desarrollándose es el propósito de este perfeccionamiento", dijo la ministra cubana de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó, quien subrayó que el sector privado emplea a 600.000 trabajadores y supone el 13% de la población ocupada.
De acuerdo a la titular de Trabajo, los interesados deberán presentar un proyecto y los trámites se realizarán a través de una ventanilla única.
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