Decenas de cubanos estallaron contra la policía en una cola en Santiago de Cuba, en la que llevaban horas esperando para comprar alimentos y no los dejaban pasar al establecimiento.
Dos mujeres lograron colarse a través de una abertura en la reja y los policías las pararon inmediatamente, lo que exacerbó el enojo del resto de los santiagueros, cansados de tanta escasez y malos tratos.
Tres oficiales comenzaron a contener la cerca, mientras otros tres empujaban a las dos mujeres, y se desató un enfrentamiento de las personas de la cola, que empezaron a empujar la verja y a gritarles "descarados", "abusadores" y "faltas de respeto".
A otras personas se les escuchaba gritar indignadas a los policías que ellos también hicieran colas: "Hagan las colas, háganlas".
"Santiagueros reaccionan aireados, molestos el fin de semana en una cola acá en nuestra ciudad. Cada día son más los cubanos que se cansan, que demuestran su inconformidad, su descontento, su molestia con las largas colas, el desabastecimiento, los altos precios, el hambre, la miseria, los abusos, las injusticias y con el hecho de que ningún dirigente tiene que hacer cola", dijo el opositor santiaguero José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), que compartió el video en Youtube.
La escasez, el desabastecimiento y, como consecuencia, las interminables colas y la agonía para conseguir alimentos, artículos de primera necesidad y medicinas, han alcanzado niveles extremos en Cuba.
Durante la pandemia, este no ha sido el único calvario de los cubanos de la isla, sino que a la par han aumentado las multas, las prohibiciones, el racionamiento y la represión.
Hace apenas unos días, un grupo de personas improvisaron una cola en movimiento detrás del camión que transportaba víveres antes de que llegara al establecimiento comercial, una suerte de conga de la tragedia que pone en evidencia la desesperación con la que viven su día a día millones de cubanos.
Imágenes desoladoras, denuncias y quejas aparecen a diario en las redes sociales. Una de las últimas ha sido la nueva modalidad de los organizadores de colas de algunos lugares del país, que marcan en el antebrazo o en la palma de la mano con un plumón a las personas de la cola, como si fueran ganado, para evitar que pasen dos veces.
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