La administración de Joe Biden tiene actualmente bajo revisión expedita las restricciones legales que impiden a los viajeros de Estados Unidos alojarse en los hoteles destinados por el gobierno cubano para cumplir los requisitos de cuarentena por el coronavirus en la isla.
"Somos conscientes de este problema y estamos estudiando detenidamente la aplicación de los requisitos de cuarentena de Cuba y cómo pueden afectar a los viajeros estadounidenses", dijo a CiberCuba un alto funcionario del Departamento de Estado.
El funcionario insistió en que Washington no tiene mayor prioridad que la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en el exterior, y recordó que permanece vigente la advertencia de nivel 4 para viajeros a Cuba, la que recomienda no visitar la isla debido a las preocupaciones de seguridad y las condiciones relacionadas con el COVID-19.
Pero la situación de cientos de viajeros que han llegado a La Habana, a pesar de las limitaciones impuestas a los vuelos regulares y fletados desde territorio estadounidense, plantea un dilema legal para el flamante gobierno de Biden.
Desde el pasado 6 de febrero, el gobierno cubano impuso severas medidas de confinamiento obligatorio a turistas y visitantes procedentes del exterior, a causa de la expansión de la pandemia en todo el territorio nacional. Por decreto gubernamental, los cubanos sin residencia en el territorio nacional y los extranjeros que arriben al país serán aislados en hoteles destinados a pasar la cuarentena, y deberán asumir los gastos de estancia y transportación.
En total se han designado 14 hoteles con categoría entre 3 y 5 estrellas, con servicio de desayuno, almuerzo y cena, y los precios oscilan entre $250 y $600 dólares. Los paquetes se pueden adquirir previamente por internet o en la sala de llegada al aeropuerto.
Sin embargo, todas los instalaciones seleccionadas por el Ministerio de Turismo (MINTUR) figuran en la llamada Lista de Alojamientos Prohibidos en Cuba (CPA), una relación de 433 hoteles y locaciones para estancia turística donde los viajeros estadounidenses no pueden hospedarse cuando visitan la isla.
La medida fue impuesta el pasado septiembre por la administración de Donald Trump como parte de su política de cerco económico al régimen cubano, e implica sanciones a los infractores por parte de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
La empresa Havanatur anunció la oferta de los llamados "paquetes de confinamiento" por cinco noches y seis días en hoteles de La Habana, el balneario de Varadero, en Matanzas, y otras cinco provincias del país, sin poder salir de la habitación.
Durante el período de estancia en los centros de aislamiento los viajeros tendrán restricción de movimiento, no podrán ir a la playa, ni hospedarse con los familiares. Todos los visitantes están obligados a someterse a cuarentena hasta acumular dos pruebas PCR negativas con al menos cinco días de diferencia.
Los hoteles disponibles para el aislamiento son Quinta Avenida, Parque Central, Meliá Habana, Capri, Comodoro,Vedado y Tulipán, en La Habana; y Starfish Las Palmas, en Varadero.
Los restantes habilitados son el hotel Granjita y Los Caneyes (Vlla Clara); Sol Cayo Coco (Ciego de Ávila); Plaza Camagüey (Camagüey); Mirador de Mayabe (Holguín); y Hotel Versalles (Santiago de Cuba ).
Pero los cubanos, cubanoamericanos y demás ciudadanos bajo jurisdicción de Estados Unidos están expuestos a una posible sanción si se atienen a las reglas de alojamiento para la cuarentena en la isla.
Aunque la administración Biden ha insistido en que revisará de manera integral la política hacia Cuba, el tema de los paquetes de confinamiento del MINTUR están forzando a tomar una decisión inmediata para evitar conflictos legales a los viajeros.
El funcionario del Departamento de Estado que habló con CiberCuba recomendó que si las personas tienen la imperiosa necesidad de visitar Cuba deben ponerse en contacto con su agente de viajes para informarse sobre las sanciones y las solicitudes de licencia, y sugirió que remitan sus preguntas específicas sobre las regulaciones vigentes a la OFAC.
Contactado por CiberCuba, un asistente de la administración en Washington dijo que no hay una fecha definida para comenzar a implementar cambios en la política impuesta por Trump con respecto a Cuba.
"Estamos procediendo con una revisión exhaustiva de todas las áreas implicadas, pero no hay un plazo determinado", dijo la fuente, que prefirió anonimato. "Las prioridades de esta administración están centradas en la batalla contra el COVID-19 y la recuperación de la economía".
De cualquier manera, la primera medida que impactará a los cubanos será en materia migratoria en la frontera con México. El próximo viernes 19 de febrero comenzará el procesamiento de 25,000 inmigrantes, entre ellos unos 10 000 cubanos, que fueron a ciudades mexicanas a esperar por sus solicitudes de asilo en virtud del programa conocido como Protocolo de Protección del Migrante (PPM).
Cuba enfrenta una situación de emergencia tras reabrir sus aeropuertos al turismo el pasado noviembre. La oleada de contagios de coronavirus se ha disparado en las últimas semanas entre 500 y 1.000 casos diarios, luego de que el gobierno se vanaglorió de mantener bajo control los efectos de la pandemia en el país en los primeros meses de su explosión global.
Las autoridades cubanas atribuyen el retroceso a un relajamiento en las medidas de prevención y control entre la población, y la entrada de turistas y visitantes desde el extranjero, particularmente de Estados Unidos. Según datos oficiales, más del 45 por ciento de los casos importados de coronavirus proceden de Estados Unidos.
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