Una implosión puso fin en la mañana de este miércoles al icónico edificio Trump Plaza en Atlantic City, Nueva Jersey, ante la vista de espectadores e inversionistas.
La edificación, ubicada en el Paseo Tablado de Atlantic City, llevaba varios años desmejorada, con partes de su estructura desprendiéndose. Ahora solo queda un montón de escombros que será removido próximamente del lugar.
Durante la década de los 80, la estructura constituyó una de las joyas que daba vida a la ciudad. Fue construida y administrada por el expresidente Donald Trump, pero en 2016 pasó a ser propiedad de otro multimillonario, Carl Icahn, fundador y accionista mayoritario de Icahn Enterprises, holding de compañías con sede en la ciudad de Nueva York..
“Pusimos al Trump Plaza en el mapa con figuras como Hulk Hogan, Mick Jagger y Keith Richards”, recordó Bernie Dillon, director de actividades del casino entre el 1984 al 1991, en declaraciones a la agencia AP.
El esplendor de ese tiempo es recordado por quienes presenciaron los mejores años del Trump Plaza, pero en la actualidad el inmueble estaba causando problemas y situaciones peligrosas a quienes transitan y laboran en la zona, por los desprendimientos que a cada rato sucedían.
Como no recibía salvación por algún inversionista o constructor, se decidió demolerlo. Brigadas de expertos colocaron explosivos de forma estratégica desde la noche del martes.
El Trump Plaza abrió sus puertas en 1984 y fue escenario para peleas de boxeo por el título mundial y conciertos de alto calibre. Por los pasajes del edificio desfilaron figuras como el pugilista Mike Tyson y el actor Jack Nicholson además de Madonna, Sean Penn, Barbra Streisand y Muhammad Ali, entre otros.
En agosto de 2020, funcionarios de la ciudad comunicaron que el Trump Plaza estaba en proceso de demolición. El inmueble fue también uno de los cuatro casinos importantes en Atlantic City que debieron cerrar en 2014. Otra de las expropiedades de Trump, el Taj Mahal, cesó operaciones en 2016 dándole paso al nuevo Hard Rock Hotel & Casino.
La torre se derrumbó poco después de las 9 am en medio de una enorme nube de polvo y algunos gritos de vítores. Michael Raimer, quien trabajó como cocinero en Trump Plaza durante 20 años, comentó al New York Times que estaba nostálgico mientras esperaba a ver derrumbarse el edificio.
“Era un establecimiento que realmente se ocupaba de mucha gente de Atlantic City. Nos dio muchos trabajos”, recordó.
Los equipos de demolición estuvieron en el sitio la mayor parte de la semana pasada colocando un estimado de 3 000 cartuchos de dinamita que derribarían los 34 pisos de la imponente estructura. La implosión duró solo unos 20 segundos. Debido a que el edificio no tenía sótano ni cavidad para absorber los escombros, la pila de escombros alcanzó una altura estimada de 70 a 80 pies. Los funcionarios de la ciudad planean limpiar los desechos para el verano.
A menudo, Trump citaba a Atlantic City como prueba de su agudeza empresarial, aunque en 2014 llegó a ser el casino con peor desempeño en Atlantic City. La demolición del edificio provocó expresiones de júbilo de personas que habían pagado $ 10 dólares para mirar desde sus autos. Quienes aspiraban ver el espectáculo desde primera fila, ofrecieron hasta cientos de dólares.
De ese modo, cayó el último casino de Atlantic City en llevar el nombre de Trump, ya que el Trump Taj Mahal fue rebautizado como Hard Rock Hotel and Casino, mientras que el Trump Marina ahora se llama Golden Nugget Atlantic City. Algunos de los entrevistados por medios estadounidenses lo vieron como el cierre simbólico de una era.
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