El caso de una madre cubana de 39 años que necesita ayuda por vivir en la extrema pobreza junto a sus siete hijos fue denunciado en redes sociales por la profesora, ensayista e historiadora Alina Bárbara López Hernández quien, además, trabaja como coordinadora en La Joven Cuba.
En un post publicado en su página de Facebook, la también Doctora en Ciencias Filosóficas reclamó solidaridad con el caso de esta madre cubana, aludiendo al impacto mediático que ha causado la canción Patria Y Vida, que ya supera el millón de páginas vistas en plataformas.
“Esto no es una canción. Es un grito. A las personas que puedan apoyar a esta madre con siete hijos que vive en condiciones de extrema pobreza, esta es su dirección: El Castillito, finca Monticelo, Canímar, Matanzas”, publicó López Hernández.
El llamado de socorro de la profesora para ayudar a una familia en situación de vulnerabilidad, calificada por ella como “de extrema pobreza” vino acompañado de los datos de la cuenta bancaria de una persona que se compromete a entregar lo recibido.
“Agrego este dato ante los amables ofrecimientos de muchas personas, esta tarjeta es en pesos cubanos, de una vecina totalmente confiable que puede entregarle la ayuda: 9224- 0699- 9477- 2255”, especificó López Hernández.
El post de la profesora movilizó a los usuarios de la red social que en sus comentarios se interesaron por vías de hacerle llegar la ayuda. “Tarjeta o adónde mandar un giro”, preguntó una usuaria inmediatamente.
“Estoy al habla con la persona que nos hizo llegar este triste caso y que es confiable como para recibir esa ayuda. Lo publico cuando tenga respuesta. Gracias por su ofrecimiento”, le contestó López Hernández.
“Desgraciadamente su vecina tampoco tiene tarjeta, ni en MLC ni en pesos. Se trata de personas muy pobres que no saben lo que es tener un centavo en un banco. Muy triste su situación”, afirmó la profesora luego de un primer intento por canalizar la ayuda a través de una cuenta bancaria.
“Alina, envíeme los datos (los que haya disponible) por privado para ver qué puedo hacer. No será mucho, pero un granito de arena hará la playa de esa familia...”, pidió otro usuario dispuesto a aliviar la situación de esta madre y sus siete hijos en la medida de sus posibilidades.
“Estoy en la Habana y sin posibilidad de ir a Matanzas por la pandemia, no tengo tarjeta MLC, porque estoy en contra de esas tiendas. Si existe alguna vía de ayudar en algo, por favor, me dice”, apuntó otra persona en los comentarios.
En medio de la crisis económica desatada por la paralización del turismo y los sectores asociados de la economía debido al coronavirus, así como a la entrada en vigor de la unificación monetaria conocida como “tarea ordenamiento”, los sectores más vulnerables de la población cubana han visto agudizarse sus problemas y empeorar aún más su calidad de vida.
La eliminación de los subsidios y “gratuidades”, el alza incontenible de los precios, la pérdida de poder adquisitivo que se recrudece con la inflación que afecta a los salarios, además de otras variables de carácter estructural, han incidido en el empeoramiento de las condiciones de vida de ancianos, madres solteras, personas dependientes, desempleados y otros grupos de población que han quedado desprotegidos y a quienes la seguridad social del país apenas puede atender.
En enero pasado, el llamado zar de la economía cubana, Marino Murillo, dijo públicamente que “no es posible que toda la responsabilidad” de cuidar a los mayores de 60 años “caiga en el Estado cubano”, y añadió que la familia también debería ocuparse de ellos.
El Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) indicó que actualmente el costo de la comida en el Sistema de Atención a la Familia (SAF) oscila entre los 8 pesos y los 13 pesos, sin subsidio. En enero pasado, 77.661 personas fueron censadas para integrar el SAF. De ellas, 36.298 son jubilados, 6.251 tienen alguna discapacidad y 12.773 son beneficiarios de la asistencia social.
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