El célebre diseñador cubano Erik Ravelo ha usado las redes sociales para dar a conocer su nueva obra, "Doctrina", en la que critica el uso de niños cubanos en los actos de repudio y el adoctrinamiento político infantil.
La obra, evidente continuación de su serie Los intocables, muestra a un pionero en uniforme crucificado sobre una imagen del dictador Fidel Castro.
"Yo tuve una infancia feliz en Cuba, esa es la verdad", escribe Ravelo en su cuenta de Facebook. "Claro era un niño y no pensaba en muchas cosas. Ya grande, gracias a Dios he tenido la oportunidad de viajar bastante, también he conocido más la realidad de mi país y comparando seguramente siento que fui un niño afortunado. Hablo de realidades que nadie me contó, que vi con mis propios ojos. Pero sobre esos temas, y sobre otros que también denuncian la difícil situación de la infancia hoy en día a nivel mundial".
En el 2013, Ravelo lanzó en internet una provocadora campaña en defensa del derecho de la infancia y en la que criticaba con dureza el abuso infantil. Bajo el título Los Intocables, un vídeo y siete fotografías retocadas aludían a los numerosos escenarios en que el derecho de la infancia ha sido vulnerado, o en que los niños han sido objeto de abusos de diferentes tipos: sexuales, de poder, maltratos, guerras, catástrofes químicas, tráfico de órganos, e incluso, el fenómeno de la obesidad infantil.
El referente simbólico de aquella serie era la crucifixión de Cristo y los siete pecados capitales.
"Doctrina", definida ahora por su autor como la "versión cubana" de Los Intocables, apunta al uso por parte de las autoridades cubanas de los menores de edad, acarreados a actos de acoso contra la disidencia.
"Estos actos contra artistas, disidentes y opositores al gobierno de Cuba, son actos de violencia profunda donde un niño corre peligro físico constante", explica Ravelo. "Pues más allá de la violencia verbal y los gritos, vuelan piedras, palos y hasta machetes pueden verse frecuentemente. Pero estoy convencido sinceramente, que el peligro más inminente sea el daño psicológico. El cual temo, sea el más difícil de curar. Es algo que llevará dentro por el resto de la vida."
El diseñador también explicó que ha vivido estos hechos como una experiencia personal.
"Personalmente viví la horrible experiencia de participar siendo un niño, estando en la escuela primaria Orlando Pantoja. El profesor nos sacó de la clase, y nos llevaron a tres cuadras de la escuela a “Un Meeting de Repudio”. Sin preguntar, ni explicar nada y menos que menos pedir ningún permiso a nuestros padres. En donde agredieron y violaron la propiedad y los derechos más fundamentales de un grupo de opositores. Esa tarde una señora anciana, madre de un opositor fue agredida, golpeada y prácticamente linchada delante de mí. Le rajaron la cara con un casco de constructor. Le reventaron los espejuelos. Sangrante, se la arrebataron a la masa enardecida y la metieron en una patrulla. Y se la llevaron. Fue en la calle H entre 13 y 15 en el Vedado".
Nunca voy a olvidar semejante barbaridad", añadió Ravelo. "Nunca. Todavía me acuerdo tan triste canción que les cantaban en Coro. NO LOS QUEREMOS MÁS, NO LOS QUEREMOS MÁS, NO LOS QUEREMOS MÁS QUE SE VAYAN PAL CARAJO Y QUE NO JODAN MÁS!!!! Yo estaba en quinto o sexto grado".
"Así nace “DOCTRINA”, porque si bien muchas personas puedan llegar a pensar que en Cuba la infancia está libre de peligros. En mi opinión se equivocan. Pues la Educación en Cuba es el templo más elevado del lavado de cerebro. Y desde joven edad, niños cubanos están expuestos a la retórica de la violencia, al odio y a un fuerte adoctrinamiento político", explica el diseñador.
El acto de repudio más reciente contra disidentes cubanos tuvo lugar este lunes frente a la vivienda de la activista Anyell Valdés Cruz, cuando un grupo de personas que portaban una foto de Fidel Castro irrumpió en la vivienda y la vandalizó con pintadas para tapar un cartel de "Patria y Vida" que había puesto la opositora.
Ravelo, que durante diez años fue Director creativo de la revista Colors y del proyecto Fabrica, centro de investigación sobre la comunicación del Grupo Benetton, ha firmado campañas de Reporteros Sin Fronteras, Médicos Sin Fronteras y la Organización Mundial de la Salud, así como varias exposiciones de arte.
Es el autor de la controvertida campaña Unhate, que muestra fotomontajes de líderes mundiales besándose. Con esta obra recibió el prestigioso galardón Grand Prix de Press, que le fue entregado en la edición 59 del Festival Cannes Lions 2012.
Suya es igualmente la escultura “UnHate Dove”, que forma parte de la mencionada campaña y consiste en una paloma construida con más de 25.000 casquillos de balas recogidos en campos de batalla en las ciudades de Sirte, Misrata y Trípoli, durante la guerra en Libia.
El diseñador cubano también ha sido galardonado con el Clio de Oro, uno de los más importantes premios del mundo de la publicidad.
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