Díaz-Canel llama "emigrados dignos" a los cubanos en EE.UU. que se manifiestan contra el embargo

Estas reivindicaciones son bien vistas por la dirigencia y los medios oficialistas en Cuba, quienes dan visibilidad y legitiman sus reclamos al mismo tiempo que silencian y condenan otras manifestaciones de la sociedad civil cubana que hacen responsables a las autoridades cubanas de las anomalías políticas en la isla

Integrantes de la caravana Puentes de Amor © Facebook / Cancillería de Cuba
Integrantes de la caravana Puentes de Amor Foto © Facebook / Cancillería de Cuba

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El gobernante Miguel Díaz-Canel calificó de “emigrados dignos” a los integrantes de la caravana que, bajo el título ‘Puentes de amor’, recorrieron 7 ciudades de Estados Unidos reclamando el fin del embargo y las sanciones económicas estadounidenses sobre Cuba.

“Emigrados dignos recorrieron en caravana 7 ciudades de EE. UU. y Canadá reclamando #NoMásBloqueo a Cuba. La #Patria vive en ellos, donde quiera que estén. #SomosCuba #CubaViva”, celbró el mandatario a través de su cuenta de Twitter.


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La dignidad que atribuye el régimen cubano a esos exiliados que abogan por el levantamiento del embargo y las facilidades para los viajes y la reunificación de familias que se separaron por unas causas que ellos no consideran digna de atención, contrasta con los calificativos que dirige contra los cubanos que señalan su responsabilidad en los males que aquejan a la nación.

La iniciativa de ‘Puentes de amor’ pretende llamar la atención de la administración estadounidense sobre la ineficacia y la injusticia del embargo como solución a diferendos políticos. Una política que, según ellos, termina afectando a los cubanos con familiares emigrados a Estados Unidos.

Organizada por el cubano Carlos Lazo, ex soldado del ejército de EE.UU. y actualmente profesor de español en Seattle, las caravanas han recorrido kilómetros en bicicletas y en automóviles por ciudades como Miami, Nueva York, Los Ángeles y Seattle, dejando el mensaje de una parte de la sociedad civil cubana que considera prioritario la eliminación unilateral y sin condiciones del embargo.

Estas reivindicaciones del exilio cubano sí son bien vistas y saludadas por la dirigencia y los medios oficialistas en Cuba, quienes se encargan de promocionarlas dándoles visibilidad y legitimando sus reclamos al mismo tiempo que silencian y condenan otras manifestaciones de la sociedad civil cubana que considera que son las autoridades cubanas quienes deben dar el primer paso para normalizar la vida política en la isla.

“#PuentesDeAmor se tendieron por las caravanas de emigrados cubanos y amigos solidarios, que en 7 ciudades de EE. UU. y Canadá dijeron #NoMásBloqueo. #Cuba los admira, agradece y abraza #CubaViva”, volvió a tuitear el mandatario cubano para saludar a esos cubanos exiliados cuya motivación política converge con los intereses del régimen.

Para Díaz-Canel y la prensa oficialista cubana, los integrantes de esta caravana son “emigrados dignos” a los que Cuba “admira, agradece y abraza”, en contraposición con aquellos cubanos que manifiestan un credo diferente y que son tachados de “mercenarios, terroristas, anticubanos”, entre un sinfín de epítetos peyorativos; y a los que presentan como los “enemigos” que el pueblo cubano rechaza y desprecia.

Sin embargo, la mayor parte de ese exilio cubano es la que envía remesas, paga tasas consulares y deja sus dólares en Cuba cuando viajan a ver a sus familiares y amigos. En tanto constituyen una fuente de ingresos en la economía cubana, la segunda o tercera detrás del turismo y la exportación de servicios médicos, los emigrados cubanos son aceptados por el régimen cubano mientras no se pronuncien en relación con el orden de cosas imperante en Cuba.

Esta especie de esquizofrenia de un régimen que incita al odio y al enfrentamiento entre cubanos, mientras pasa el cepillo y codicia los dólares de todos los cubanos que envían remesas a sus familias o que gastan en sus viajes a Cuba, queda expuesta en mensajes como los del mandatario cubano, que replican luego todos los medios oficialistas.

"Hay un enjambre anexionista queriendo que nuestro proyecto de país se venga abajo, tratando de sacar partido de nuestras escaseces y de paralizar las transformaciones en curso", calificó el mandatario Díaz-Canel en diciembre pasado, durante la clausura del sexto período de sesiones de la Asamblea Nacional.

"El escenario del golpe suave sigue activo y la guerra no convencional busca los espacios más diversos para desatarse... Los líderes de laboratorio aparentan tomar distancia de los violentos. Se disfrazan de pacíficos negociadores políticos y tratarán de imponer sus agendas apostando al estallido social si sus demandas no son cumplidas", expresó entonces.

De igual forma, insistió en que está en marcha "una guerra despiadada" contra Cuba camuflada tras los premios y otra dádivas que las ONG's y agencias dependientes de Estados Unidos y otros gobiernos extranjeros, conceden para -según el mandatario- financiar grupos y acciones dirigidas a denigrar y debilitar al país.

En ese sentido, reconoció que "los enemigos" acostumbran a golpear en momentos difíciles para la economía y la sociedad cubanas, y dijo que el contexto es "más complejo y agresivo que nunca".

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Iván León

Licenciado en periodismo. Máster en Diplomacia y RR.II. por la Escuela Diplomática de Madrid. Máster en RR.II. e Integración Europea por la UAB.


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