La plataforma feminista YoSíTeCreo en Cuba, emitió una declaración en que denuncia el aumento de la violencia machista del Estado y su sistema de instituciones.
Los miembros de la organización feminista alertaron en un comunicado difundido en sus plataformas digitales de un incremento de la violencia institucional con sesgo de género contra familiares, parejas, exparejas y descendientes de activistas y periodistas independientes.
"Parejas, exparejas, madres, padres e hijos reciben citaciones para ser interrogados y amenazados por el activismo o el trabajo de su familiar, acciones en las que en muchas ocasiones no tienen ninguna participación, como parte de un control y hostigamiento por discriminación política que tiene un lamentable sentido y enfoque machista", indica el texto.
El documento denuncia, además, el hecho "terrible, colonizador y machista" de que las integrantes de la Federación de Mujeres Cubanas participen de actos de acoso y discursos de odio, portando su bandera, cuando debería ser la organización que apoye a todas las mujeres cubanas.
Así ocurrió con el acto de repudio perpetrado contra la activista Anyell Valdés, un caso de "violencia política de Estado con sesgo de género", que pasó por allto los derechos fundamentales de tres menores de edad.
YoSíTeCreo exige, por ello, al Estado cubano y sus instituciones eliminar estas violaciones de los derechos, pues aseguran que agregan más tensión y desventajas a los grupos en situaciones de vulnerabilidad en el país.
"La presión que agentes ejercen contra familiares va desde la amenaza a la integridad de otras personas cercanas o con perder su empleo para que convenzan de dejar su labor o abandonen al activista o periodista. En la emergencia sanitaria, las autoridades acentúan con estas violaciones de derechos humanos las vulnerabilidades económicas y exponen más al contagio a las familias con estas salidas a citaciones", indica la declaratoria.
La plataforma feminista en Cuba lamentó también los hechos violentos ocurridos contra la madre del activista y acuartelado del Movimiento San Isidro, Osmani Pardo.
En el acto de repudio organizado por la Seguridad del Estado contra Pardo, su madre fue golpeada por los represores, sin importar su edad y condiciones de salud pues padece de cáncer. La mujer se puso entre su hijo y los dos agentes para impedir que se lo llevaran, pero también la golpearon a ella, para llevar detenido al activista.
"Las madres con hijos pequeños recurren como víctimas de esta terrible práctica, como el último caso denunciado en redes, de María Antonieta Colunga. También acosan a personas con las que el Estado tiene una gran deuda de restitución de derechos y reconocimiento, como la comunidad LGBTI, en los lamentables sucesos vividos por el activista afroqueer Raúl Soublett", denuncia el texto de YoSíTeCreo.
Soublett recurrió a la auto agresión como única salida a más de cuatro horas de maltrato psicológico tras un interrogatorio en el que los agentes de la Seguridad del Estado utilizaron técnicas de intimidación, chantaje, amenazas y coacción.
En el caso de la María Antonieta Colunga Olivera la intención era conocer sobre el trabajo de su esposo, Yoe Suárez, colaborador de medios de prensa independientes como Radio Viva 24, Diario de Cuba y La Hora de Cuba.
Colunga trabaja en la organización católica Cáritas Cuba. Los agentes de la Seguridad del Estado le insistieron en que el objetivo de la cita es que ella aconsejara a su esposo para que abandonase su trabajo como periodista independiente.
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