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Exiliados y sobrevivientes de regímenes comunistas, muchos de ellos cubanos, han impulsado un proyecto de ley en Florida para promover la educación cívica sobre los daños del comunismo.
El proyecto fue apoyado por el Presidente de la Cámara de Representantes de Florida, Chris Sprowls, quien se dirigió el pasado jueves a un público de exiliados en una conferencia desde el Capitolio del estado floridano, en Tallahassee.
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“Necesitamos que nuestros niños en las aulas de Florida se den cuenta de que hay algunos lugares en el mundo donde la libertad es un lujo y la libertad es solo un sueño”, dijo Sprowls.
"En el aula, claramente, el libro de texto no es suficiente. La instrucción en el aula no es suficiente. Lo que nuestros hijos necesitan para entender lo que les ocurre a las víctimas del comunismo, lo que ocurrió en el Holocausto, es oírlo de los supervivientes", añadió.
La nueva ley es un reclamo de sobrevivientes de regímenes comunistas y autoritarios como el de Cuba, Venezuela, o las antiguas Unión Soviética y Yugoslavia.
"Muchas personas han huido de dictaduras en lugares como Cuba y Venezuela y han encontrado un faro de luz en Estados Unidos y aquí en Florida", afirmó el representante republicano Ardian Zika, quien nació en la hoy disuelta Yugoslavia y ha sido uno de los sponsors de la ley.
De acuerdo con una encuesta realizada por la Fundación Víctimas del Comunismo, uno de cada tres millennials tiene una opinión favorable del comunismo, y entienden este conflicto político como un rezago de la Guerra Fría.
El proyecto de ley ya ha sido revisado al menos una vez por representantes de los partidos Demócrata y Republicano, quienes dieron su aprobación en primera instancia.
Con el objetivo de también salvaguardar la memoria histórica de los sobrevivientes, se presentó un proyecto de ley adicional que propone la designación del Día de las Víctimas del Comunismo como un día feriado del estado de Florida.
La fecha escogida sería el 7 de noviembre, día del triunfo de la revolución comunista en Rusia, para homenajear a los millones de víctimas asesinadas bajo represión en estos regímenes.
“Hemos perdido a nuestras familias, hermanos, algunos amigos, mamá y papá”, dijo a los periodistas Máximo Álvarez, quien emigró de Cuba a la edad de 13 años.
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