LONDRES, 11 mar (Reuters) - El príncipe Guillermo dijo el jueves que la familia real británica no era racista, después de las declaraciones de Meghan Markle, la esposa de su hermano menor, de que un miembro no identificado de la realeza había cuestionado cuán negra sería la piel de su hijo Archie.
La revelación surgió durante una explosiva entrevista que Enrique, de 36 años, y Meghan, de 39, dieron a Oprah Winfrey y que fue emitida el domingo, lo que sumió a la monarquía británica en la peor crisis desde la muerte en 1997 de la princesa Diana, madre de Guillermo y Enrique.
En una visita a una escuela en el este de Londres, Guillermo dijo que aún no había hablado con Enrique, de 36 años, desde que la entrevista se emitió hace tres días.
"Todavía no hablé con él, pero lo haré", dijo Guillermo, de 38 años. Consultado por un periodista si la familia real era racista, el príncipe respondió: "No somos para nada una familia racista".
En el programa de dos horas, Meghan también dijo que los miembros de la realeza habían ignorado sus súplicas de ayuda en momentos en que sintió deseos de suicidarse, mientras Enrique dijo que su padre, el heredero al trono príncipe Carlos, lo había defraudado y que se había sentido atrapado.
El martes, el Palacio de Buckingham emitió un comunicado en nombre de la reina Isabel II, la abuela de los príncipes, en el que decía que la familia estaba triste por lo desafiante que habían sido los últimos años para la pareja.
El comunicado agregó que los temas de raza eran preocupantes y que serían abordados seriamente, pero señaló que "algunos recuerdos pueden variar".
El Palacio ha dicho que era un tema familiar que sería tratado en privado.
Durante la entrevista, Enrique dejó claro cuánto se había distanciado de otros miembros de su familia, diciendo que su padre había dejado de responder sus llamadas en un momento dado y que había "espacio" en su relación con Guillermo.
"Mucho seguirá hablándose sobre eso (...) como dije antes, ya saben, quiero a Guillermo hasta el cielo, es mi hermano, hemos pasado juntos a través del infierno y tenemos una experiencia compartida", dijo. "Pero estamos en caminos diferentes", agregó.
La entrevista fue vista por 12,4 millones de espectadores en Gran Bretaña y por 17,1 millones en Estados Unidos.
(Reporte de Michael Holden; editado en español por Lucila Sigal)
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