Cubanos residentes en la Isla de la Juventud deben hacer largas colas durante horas para comprar solo una barra de pan, una situación que se vuelve desesperante tras la restricción de movilidad que se impuso recientemente.
"El gobierno decidió suspender la venta de pan en la zona del bulevar (calle Martí) supuestamente para controlar el coronavirus, pero todos sabemos que es para que no se vean las largas colas en medio de la ciudad", dijo a CiberCuba el activista Williams Rodríguez.
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Desde hace meses se decidió mover a zonas alejadas del centro los puntos de venta de pan lo que obliga a la población no solo a pasar horas a la intemperie sino a muchos de ellos a desplazarse a sitios que no son cercanos.
"Primero fue en la zona de El Rodeo, al oeste de Nueva Gerona, y ahora cambiaron el punto de venta de pan a La Movida (antiguo centro de espectáculos), muy cerca del río Las Casas. Allí la cola puede extenderse varias cuadras y todo para comprar solo una barra de pan", agregó Rodríguez.
El activista compartió un video en el que se aprecia la larga fila de cubanos que espera su turno, con la esperanza de comprar el alimento.
"Sin embargo el caos se generó este viernes porque el Gobierno y el Partido decidieron suspender la movilidad durante el fin de semana, por tanto la gente no puede salir ni a comprar comida", contó el activista.
La prensa oficial de la Isla de la Juventud divulgó la pasada semana un grupo de medidas restrictivas que estarán vigentes hasta el próximo lunes y que pretenden controlar la expansión del COVID-19 en ese territorio insular.
Se prohíbe la circulación de personas desde las 6 de la tarde hasta las cinco de la mañana y los fines de semana durante todo el día, y los centros que prestan servicios, tales como bodegas, panaderías, mercados agropecuarios, cadenas del Cimex y TRD trabajarán de lunes a viernes y cerrarán a las 4 de la tarde.
"El anuncio de las medidas provocó descontento en la población, ya que conseguir alimentos es cada vez más difícil y con estas prohibiciones se convierte en un verdadero problema. Si a veces no se sabe qué se va a cocinar en mismo día, imagínate guardar para un fin de semana", dijo Rodríguez.
Ante la necesidad de reclamar sus derechos, varios ciudadanos fueron hasta la sede del Gobierno municipal y varios uniformados dispersaron la aglomeración con la justificación de que podía propagarse la pandemia.
"Esto cada vez está peor, no hay comida ni medicinas, y como la Isla está rodeada de agua y todo viene de La Habana, es muy difícil sobrevivir aquí. Te pasas horas y horas en una cola para comprar cualquier cosa y en las tiendas en dólares tampoco hay mucha variedad. ¿Quién se preocupa por eso?"; preguntó el activista cubano.
Con una población de más de 86 mil habitantes, el Municipio Especial isla de la Juventud es el único territorio de Cuba con esa categoría político-administrativa. Sus escasos recursos naturales no son explotados con eficiencia y la dependencia de la transportación marítima o aérea hacen que se vuelva más difícil importar suministros en el territorio.
Aunque el gobierno defiende un plan de desarrollo local, lo cierto es que la crisis económica se agudizó en ese territorio tras el cierre de fronteras locales con el fin de evitar el incremento de casos positivos de COVID-19.
El Partido Autónomo Pinero, principal grupo opositor dentro de la Isla, aboga por aprovechar los recursos humanos y naturales del lugar para generar riqueza y empleo entre los habitantes, sin depender de una economía centralizada y estatal y con una verdadera participación ciudadana.
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