Para Pablo Pacheco, ex prisionero político cubano, "la peor tortura en prisión no son los golpes. Los golpes duelen, pero se te van. Cuando tienes a una persona en una celda de aislamiento, en una celda de castigo, durante dos años, es terrible. Esas heridas difícilmente vuelven a sanar. Se quedan ahí, en la conciencia, en la memoria de cada uno", dijo en Las Mañanas de CiberCuba, el espacio de tertulia en directo, que conduce la periodista Tania Costa.
Él fue detenido en Ciego de Ávila, el 19 de marzo de 2003 en el marco de la macro-redada ordenada por Fidel Castro que ha pasado a la historia de Cuba como la Primavera Negra, de la que se cumplen ya 18 años.
Dos semanas más tarde de su arresto, el 4 de abril de 2003, el mismo día que cumplía 33 años, Pacheco fue condenado en un juicio sumarísimo a 18 años de cárcel por atentar contra la Seguridad del Estado. Su delito: escribir artículos como periodista independiente y ser opositor al gobernante Partido Comunista.
Cumplió 7 años de cárcel y luego fue desterrado de Cuba, tras la negociación del Obispado cubano y el Gobierno del socialista español José Luis Rodríguez Zapatero.
Esta semana, Pacheco estuvo en Las Mañanas de CiberCuba junto a su amigo, también preso político de Ciego de Ávila, Pedro Argüelles, para rememorar aquella Primavera Negra de 2003.
Del registro en su casa, Pacheco recuerda la ridiculez de las pruebas de lo que se incautó la Policía política: libros, notas de la prensa independiente, medicinas, una máquina de escribir antigua...
"No estamos hablando de personas que tenían armas o explosivos. No estamos hablando de personas que querían cambios para su país como ellos (los Castro) los buscaron, usando la fuerza, poniendo bombas o matando gente, fusilando gente. Lo único que nosotros teníamos eran nuestra ideas", apuntó Pacheco.
Comparando su estancia en la cárcel con lo que pasaron los presos plantados de los años 60, 70 y 80, el ex prisionero político reconoce que no fue igual.
"No pasamos como ellos, pero pasamos también cosas muy duras. Por las cárceles que yo pasé ha habido muchos Mauricio (esbirro de la película de Lilo Vilaplana, Plantados). Te puedo mencionar a Emilio Rodríguez, ex jefe de orden interior y actual director de la prisión de Agüica, en Matanzas", dijo.
"El régimen intentó destruirnos. Intentó acabar con nosotros, pero la voluntad de nosotros, el amor por el país y nuestro pueblo fue más fuerte que esa venganza y esa intolerancia de ellos", recalcó.
Por su parte, Pedro Argüelles, destacó que le resulta inevitable, cuando habla con otro cubano, mencionar la Primavera Negra y los años que pasó en prisión.
"Yo fui a prisiones en Cuba en tres ocasiones distintas por cuestiones políticas. Es inevitable hablar de eso porque fue una experiencia muy dura, muy amarga, muy difícil. Cuando caí preso en la Primavera Negra, me preparé psíquicamente para estar 20 años, pensando que nunca me iba a acoger a ese mal llamado plan de reeducación, que nunca iba a aceptar nada de eso", señaló Argüelles.
Él confiesa que su peor día en prisión fue el 23 de febrero de 2009, día de su cumpleaños, cuando tras tener visita de su ex mujer, Yolanda, la llamó por teléfono para saber si había llegado bien a casa y ella le contó que había muerto Orlando Zapata Tamayo.
Argüelles acusa a la Seguridad del Estado de haber matado a Zapata Tamayo cuando le quitó el acceso a beber agua durante 18 días.
En 2010 los dos, Argüelles y Pacheco, salieron en el grupo de presos políticos cubanos que fueron desterrados a España. Hoy ambos viven y trabajan en Estados Unidos. Ninguno piensa en la venganza ni hay odio en sus corazones, pero advierten a los jóvenes cubanos que ignoran lo que fue la Primavera Negra de que el día que opten por ser hombres y mujeres libres, la Seguridad del Estado irá a por ellos.
Si quieres ver la tertulia completa, pincha aquí.
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