La periodista de 22 años Karla Pérez agradeció las muestras de solidaridad recibidas luego de que el Gobierno cubano le impidiera regresar a su país tras haber concluido sus estudios en Costa Rica.
“Llevo días de apátrida, en ese lugar triste me han colocado a la fuerza. Pero no estoy sola”, afirmó en un mensaje cargado de dolor publicado en la red social Facebook.
La joven, quien hizo sus estudios en la nación centroamericana luego de que el régimen en Cuba la expulsara de la Universidad Martha Abreu de Villa Clara en 2018 por colaborar con el movimiento opositor Somos+, agradeció a ese país haberla recibido de vuelta, cuando quedó varada en Panamá.
“Quiero agradecer primero a Costa Rica, el gran país que ha sido mi casa durante los últimos cuatro años y, sin ninguna obligación, ha realizado un enorme acto de humanidad”, comentó Pérez.
“Quiero agradecerles a ustedes por sus mensajes, sus denuncias, su acompañamiento. De verdad siento que a su Cuba sí puedo entrar, aunque no pude montarme en aquel avión por más gritos que di”, dijo.
“Explicarles que leo todo el cariño que me han enviado y me emociona mucho. He tratado de responder a lo que puedo, pero continúo con muy pocas energías, los ojos me arden constantemente y ahora me concentro en obligarme a dormir y comer. ¡Gracias!”, añadió.
Su caso ha conmovido a miles de cubanos dentro y fuera de la isla, y a las autoridades costarricenses que le ofrecieron refugio.
El pasado jueves Karla tomó un vuelo con escala en Panamá para regresar a La Habana, y cuando llegó a ese país supo a través de un audio de oficial de migración cubano que no podía abordar el vuelo porque no sería admitida en su país.
Pérez quedó entonces varada en el aeropuerto panameño sin saber qué hacer, no tenía visa de esa nación y no podía regresar a Costa Rica porque no contaba con tarjeta de residente. Además, había sido desterrada de su tierra natal.
De inmediato varios activistas y periodistas independientes en Cuba acudieron a la sede del Minrex, en La Habana, para pedir una explicación sobre el caso; pero la institución decidió manipular la situación y acusarlos de intentar armar un "show mediático".
Las autoridades justificaron la decisión de no dejarla entrar a La Habana asegurando que Cuba tenía "derecho a defenderse" y acusándola de ser "un instrumento" para acciones desestabilizadoras contra la isla.
Los padres de Karla, por su parte, se mostraron consternados con la arbitrariedad del gobierno cubano, que le impedía reencontrarse con su hija tras casi cuatro años sin verla.
"Estamos todos destrozados, esperándola y no sabemos en este momento qué es lo que va a pasar en las próximas horas", declaró el padre a ADN Cuba, medio independiente donde escribe la joven.
Entre las muestras de apoyo recibidas está el mensaje del actor cubano Luis Alberto García, quien afirmó que a su Cuba sí podría entrar, una frase que se viralizó en redes con un marco de Facebook “A mi Cuba sí puedes entrar”.
"Si Cuba fuera, de veras, de todos los cubanos, podríamos saber qué pedacito nos toca a cada uno. Con un metro cuadrado me bastaría para decirle a Karla que a la Cuba mía sí puede entrar", escribió el actor en su cuenta de Facebook.
El domingo, en el día internacional de la poesía, la escritora cubana Katherine Bisquet dedicó un poema a Karla, a quien consideró “una amiga que ha sido desterrada”.
Karla, por su parte, retornó a Costa Rica el mismo jueves en la noche gracias a la acción de varios diputados centroamericanos y anunció que pediría asilo político en esa nación.
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