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El Boeing 757 personal de Donald Trump, signo de su riqueza, con el que el expresidente norteamericano hizo campaña durante las elecciones de 2016 y que era apodado el "Trump Force One", está abandonado en un aeropuerto al norte de la ciudad de Nueva York, reveló este sábado la cadena noticiosa CNN.
Usado durante años como telón de fondo para elegantes sesiones de fotos, mítines de campaña y recorridos VIP, el famoso avión se encuentra hoy inactivo en una rampa de aeropuerto de Stewart, condado de Orange, Nueva York, a unas 60 millas al norte de Manhattan.
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A Trump le encantaba lucir los lujos del jet: asientos de cuero personalizados de color crema, baños dorados, amplios dormitorios, y hasta las hebillas de los asientos chapadas en oro de 24 quilates.
Pero hoy el avión se encuentra parado porque a un motor le faltan piezas y el otro está envuelto en plástico. El costo de repararlo podría alcanzar los seis dígitos. Aunque el estado actual de las finanzas de Trump no es público, la pandemia de COVID-19 ha hecho mella en la industria hotelera, donde están muchos de sus negocios.
Por lo pronto, el alto coste operativo de aparato podría haber obligado al exmandatario a prescindir de este lujo, con el que solía hacer la conexión entre Florida, donde reside, y Nueva York.
Después de volar por última vez en enero, después de que Trump abandonara la Casa Blanca, el avión, símbolo del boato que rodeaba al expresidente, ha quedado para el olvido, rodeado de aparcamientos y restaurantes de comida rápida.
Según la CNN, Trump ha cambiado los 43 asientos y habitaciones de lujo del Boeing 757 por un modelo mucho más modesto: un Cessna 750 Citation X de 8 plazas.
"El avión pequeño no es su favorito", dijo a CNN un ex funcionario de la Casa Blanca que volaba con frecuencia con Trump en ambos aviones. "Tampoco tiene su nombre en el exterior", dijo la fuente, y señaló el gigantesco nombre de Trump que lleva el 757 en la parte frontal. El Citation sólo tiene un pequeño escudo de la familia Trump impreso en el fuselaje.
Trump compró el Boeing 757 en 2010 al fallecido multimillonario y accionista de Microsoft Paul Allen, y rápidamente lo convirtió en su juguete favorito, como le gustaba decirle a sus amigos. Era exigente sobre quién podía volar en él, dónde se sentaban y cómo podían moverse, dice a CNN uno de los que solía viajar con él, que ahora prefiere mantenerse en el anonimato.
El costo de volar un Boeing 757 es de entre $ 15.000 y $ 18.000 por hora, según varios analistas de aviación. Pero eso es cuando el avión realmente se encuentra en servicio. El 757 de Trump no parece estar actualmente en condiciones de despegar, según dijo a la cadena norteamericana un piloto experimentado.
"Es un motor más antiguo y la disponibilidad de piezas se está convirtiendo en un desafío, por lo que los costos operativos aumentan significativamente. La mayoría de las aerolíneas están retirando el 757 ya que ahora hay disponibles modelos más rentables", declaró el piloto.
Durante la campaña presidencial, Trump habló sobre los potentes motores Rolls-Royce RB211 de su 757, y dijo que él personalmente había insistido en tener instalados los motores de 500 mph. "Son especiales, son realmente populares, los más populares", dijo Trump en un documental de 2013 sobre el avión. En realidad, los motores son estándar en este modelo particular del Boeing 757.
La vida de un motor a reacción está limitada por las horas de funcionamiento y lo que se llama ciclos, una medida de cuántas veces se enciende un motor. Una vez que el motor alcanza cierta cantidad de horas de vuelo o ciclos predeterminados por el fabricante y los reguladores federales, la ley exige una inspección de la "sección caliente" crítica del motor.
Antes de que Trump se lo comprara a Paul Allen, la aeronave ya había servido como avión comercial en México durante la década de 1990.
El coste de mantener el 757 ahora puede ser demasiado para las finanzas de Trump. Según medios norteamericanos, su patrimonio neto se ha desplomado en los últimos años. Trump es personalmente responsable de las deudas y préstamos por un total de 421 millones de dólares, asegura el periódico The New York Times. La mayor parte de esa deuda vence en los próximos cuatro años.
Algunas de sus empresas comerciales más conocidas han perdido millones, si no decenas de millones, de dólares año tras año. Eso incluye campos de golf que han acumulado al menos $315 millones en pérdidas durante las últimas dos décadas.
Un reciente informe de Bloomberg News estima que el patrimonio neto de Trump ha disminuido en $ 700 millones desde febrero de 2016, de los $3.000 millones iniciales hasta los actuales $ 2.300 millones.
El año pasado, la revista Forbes lo colocaba descendió en el escaño 339 de las personas con mayor fortuna en Estados Unidos, al reducirse su patrimonio neto de $3.100 millones de dólares a $ 2.500 millones.
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