La periodista cubana Karla Pérez considero que la reciente negativa de entrada a Cuba por parte de las autoridades gubernamentales respondió a un plan concebido previamente para expulsarla del país.
Karla fue entrevistada en el programa radial La Lupa, de la emisora costarricense CRC, en el que contó su historia personal desde que empezó la carrera en Cuba hasta el incidente en el aeropuerto de Panamá, donde fue impedida de abordar un vuelo a La Habana por decisión de las autoridades cubanas.
“Ahora lo entiendo, estaban locos por que me fuera del país para no dejarme regresar”, dijo Karla sobre la facilidad con la que la Seguridad del Estado la dejó salir de Cuba, luego de su expulsión de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central de Las Villas.
En una extensa entrevista, la joven contó en detalle cómo había sido el proceso de expulsión del centro académico cubano por motivos políticos, a los pocos meses de haber iniciado la carrera.
Aunque nunca hizo proselitismo dentro de la universidad, Karla estaba vinculada al Movimiento Somos+, fundado por Eliécer Ávila, y colaboraba escribiendo en el blog del mismo, generalmente artículos críticos que abordaban el desencanto de la juventud, los problemas de educación y otros que aquejaban a la sociedad cubana.
Por esta labor de activismo, Karla fue sometida a varios interrogatorios durante los siete meses que estuvo de estudiante en Cuba. Desde el primer mes ya la sacaban de clases para interrogarla en dependencias que prestaba la propia universidad a los represores de la seguridad del Estado.
Según contó, los interrogatorios o “entrevistas” duraban hasta tres y cuatro horas, y eran conducidos por un agente que se hacía llamar Riverón. Aunque en un principio aplicó la técnica de ser amable, el agente terminó emplazándola a “colaborar” con ellos (como informante) o a sufrir las consecuencias.
“La expulsión de centros de enseñanza es una práctica común del régimen cubano. No empezó ni terminó conmigo. Cientos de personas lo han sufrido por motivos políticos”, denunció la periodista que recientemente terminó la carrera en una universidad de Costa Rica.
Con la muerte del dictador Fidel Castro en noviembre de ese año (2016), Karla notó intensificarse la presión de la Seguridad del Estado sobre ella. Nuevamente citada por Riverón, esta vez en oficinas fuera de la Universidad, se le dio un ultimátum. “O colaboras, o serás tratada como criminal común y asumir las consecuencias”, relató Karla en La Lupa.
A partir de entonces y ante el rechazo de Karla a colaborar con los represores, estos se reunieron con sus compañeros de clase durante días para manipularles, mostrándoles presentaciones de Power Point en las que le acusaban de mercenaria y asalariada de la CIA.
En un acto de vileza todavía mayor si cabe, luego de adoctrinar a sus compañeros, la Seguridad del Estado los utilizó mediante coerción para que fuesen ellos los que, en una reunión, “decidiesen” la expulsión de Karla Pérez por contrarrevolucionaria. “Los que voten para que se quede serán analizados”, les advirtieron en lo que constituyó una abierta amenaza.
Si no es por un compañero que le avisó el día antes, Karla no se hubiera enterado del plan urdido contra ella. Al asistir a clases al día siguiente con sus padres, Karla fue llamada a una reunión con sus compañeros de clases, profesores y personal directivo de la universidad, en la cual se escenificó el teatrillo preparado por los represores. A pesar de la presión terrible sobre ellos, seis compañeros votaron en contra de la expulsión, contra 8 que apoyaron la ignominia en una reunión que se extendió por más de tres horas.
Luego de consumada, Karla se movilizó para continuar sus estudios fuera de Cuba, ya que le habían expulsado no del centro, sino del sistema nacional de enseñanza universitaria. Precisamente por escandoloso, su caso tuvo una gran reprecusión internacional y medios de prensa como la BBC o El País dieron cobertura a la noticia.
Un mes después de aquellos hechos, Karla ya tenía la beca y la aceptación de la universidad costarricense donde concluyó sus estudios recientemente. Su decisión de volver a Cuba y la prohibición de las autoridades que la condenan al destierro ha sido noticia reciente, y también ha provocado un escándalo ante la opinión pública internacional.
En la entrevista de La Lupa, Karla cuenta los pormenores de este último episodio, incluida las explicaciones que da un funcionario a la aerolínea a través de un mensaje de WhatsApp, y que dejan en evidencia la arbitrariedad de la decisión oficial. Según relató, ahora entiende las facilidades que esas mismas autoridades dieron para su salida de Cuba. “Querían condenarme al destierro. Ahora soy una persona desterrada”, afirmó.
El pasado 21 de marzo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) explicó sus "razones" para negar la entrada al país de Karla María Pérez, dando “por terminado su trámite ante la oficina de Atención a la Población".
La decisión desató la indignación de muchos cubanos que hicieron público su enfado a través de redes sociales, enviando mensajes de apoyo y solidaridad a la periodista independiente injustamente desterrada.
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