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Una monumental estructura de hormigón armado con el diseño de la bandera nacional ha sido levantada por el Gobierno cubano frente a la embajada de Estados Unidos en La Habana, como parte de la remodelación de la llamada Tribuna Antimperialista.
“En nuestra Tribuna Antimperialista se levanta ya esta monumental obra: nuestra bandera ‘que no ha sido jamás mercenaria, y en la cual resplandece una estrella con más luz, cuanto más solitaria’”, publicó en un post de su página de Facebook la Empresa de Construcción y Mantenimiento (ECOM), acompañado de la imagen de la obra.
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La Tribuna Antiimperialista "José Martí" fue una de las tantas ideas de Fidel Castro que implicó un elevado gasto de recursos materiales y horas. La obra comenzó a construirse el 15 de enero de 2000 y concluyó en 80 días de trabajo ininterrumpido, en los que laboraron 1,988 obreros, técnicos, arquitectos e ingenieros de varias provincias en jornadas intensas.
La idea de construir esa instalación surgió a raíz de la campaña propagandística conocida como la Batalla de Ideas y las movilizaciones masivas por el retorno del niño balsero Elián González a Cuba. El lugar se seleccionó por su proximidad al edificio de la entonces Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (USINT).
Desde entonces fue escenario de marchas contra la entonces Oficina de Intereses de Estados Unidos y, en los últimos años, de presentaciones de diversos grupos de música tanto cubanos como extranjeros.
En 2019, el sitio fue objeto de demolición con el propósito de reformar su diseño y cambiar varios elementos en mal estado por el salitre del mar, como las astas de banderas que hacían el papel de un “bosque” (Monte de las Banderas) que tapaban la vista de unas pantallas led puestas en la Oficina de Intereses, en las cuales se leían mensajes de apoyo a los derechos humanos.
CiberCuba avanzó entonces de un proyecto de utilizar el espacio para construir oficinas y otras instalaciones, pero el sitio oficialista Cubadebate informó a continuación que las obras se debían solo a una remodelación.
“Bajo ninguna circunstancia vamos a demoler la Tribuna, no tendrá otro fin que seguir siendo la plaza por excelencia para la lucha contra el imperialismo”, afirmó a ese medio Orestes Llanes Mestres, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial (CAP) en aquel entonces.
A día de hoy, la obra sigue con apariencia de estar en construcción, a pesar de haber sido colocada la bandera, lo que parece la estructura más compleja de la nueva Tribuna.
El despliegue de obreros y recursos ha indignado a muchos cubanos que han dejado sus comentarios en redes sociales.
“Vi esto y me sigo diciendo a mí mismo que tiene que ser mentira. Emplear material en esto... ¿para demostrar qué? Viviendo de su moneda y esperando que su presidente flexibilice para que nos inunde su turismo. La foto tiene que ser un mal chiste”, expresó un cubano que se identifica como ArquInflando en Twitter.
Su tuit ha sido muy comentado en esta red social. “Esa exaltación de conceptos y glorificaciones a símbolos para fines políticos son los que van a acabar terminando con esto. Verás, tantas cosas homólogas a lo que sucedió en la URSS. Ya queda poco”, dijo un usuario.
“¿Qué tiene sentido aquí? Mientras: edificios en La Habana vieja derrumbándose”, protestó otro. “Ni me digas ná'... Después no hay cemento para viviendas. Ni aprobación legal para determinados proyectos... Pero eso caminó como la seda… Igual que la raspadura de 23 y K (horrible)”, contestó otro.
“¿Por qué no construyen ahí un edificio, y le dan casa a por lo menos a 50 familias albergadas?”, preguntó Miceli, mientras que hizo una dolorosa observación: “El poco cemento para esto y el poco combustible para caravanas sin sentido... así nos va en la vida”
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