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Dos hombres del sur de la Florida se declararon culpables de haber asesinado al plomero cubano Lester Santana Hernández en 2018, luego de haberlo citado a una residencia abandonada en Miami Lakes para realizar un trabajo, cuando en verdad era para robarle.
Jamal Lamar Head y Keon Travy Glanton, de 35 años, se declararon culpables en un tribunal federal de distrito en Fort Lauderdale, y se les acusa de los delitos de conspiración para cometer un robo, robo de vehículos con resultado de muerte y disparo de un arma de fuego para promover un delito violento.
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Ambos acusados enfrentan una pena de cadena perpetua, según expuso el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Glanton se declaró culpable el 2 de abril de 2021, y el 25 de agosto de 2021, a las 10:00 a.m., será sentenciado por el juez de distrito de los Estados Unidos Roy K. Altman.
Head, por su parte, se declaró culpable el mes pasado y el 20 de julio de 2021 a las 10:00 a.m. se presentará ante el juez Altman.
Los dos hombres, quienes habían robado a otros plomeros en ocasiones anteriores, contactaron a una compañía y solicitaron servicio de plomería. La compañía envió a Hernández, de 37 años, quien llegó a la casa de Miami Lakes en furgoneta.
Fue Head quien disparó a Hernández el 12 de julio de 2018. Glanton fungió como cómplice. Mientras el primero forzó al cubano a punta de pistola para que entrara a la parte trasera del Volkswagen que había alquilado, el segundo manejaba y se alejaba en la camioneta de plomería de la víctima.
El cubano trató de luchar contra Head, quien le disparó una vez en el pecho, dos veces en el abdomen y estrelló su coche contra un árbol, según documentos oficiales de la policía.
Luego los dos hombres se dieron a la fuga y prendieron fuego a la camioneta de Hernández.
Cuando los paramédicos llegaron al lugar de los hechos, específicamente a la avenida 89 del noroeste, cerca de la calle 146, encontraron el cuerpo del cubano, quien fue declarado muerto en la escena, en el asiento trasero del vehículo de Head.
Un médico forense, por su parte, determinó que la causa de la muerte de Hernández fue la pérdida de sangre de las tres heridas de bala.
Lester Santana Hernández, natural de Camajuaní, no tenía antecedentes penales.
El cubano, quien vivía hacía un tiempo en Estados Unidos, había logrado reunirse en el 2017 en Miami con su esposa, Lyusmila Treto Triana, y su hijo, quienes llegaron desde Cuba.
"Pensé que había tenido un accidente, pero nunca pensé que me lo habían matado", dijo la esposa en una entrevista concedida a Telemundo51 a raíz de los hechos. "Estaba esperando que llegara, pero nunca llegó. Estuve hasta las tres de la mañana marcándole el teléfono, pero yo ya sabía que algo malo le había pasado", sostuvo.
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