El surfista cubano Arnán Pérez Lantigua denunció en redes sociales que la policía de Cuba sacó de la playa a varios de sus colegas y les impidió continuar la práctica de esa disciplina alegando que “el surf no es un deporte”.
Desde Portugal, Pérez Lantigua —quien asegura haber practicado surf en la isla y otros países desde hace más de 20 años— se mostró particularmente molesto por el argumento de las autoridades: “Llegó la policía a la playa y sacaron a los surfistas del agua […] Les explicaron con tremenda mala forma que el surf no es un deporte”, dijo.
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En una directa a través de Facebook, el surfista aseguró que comprende que se tomen medidas de mitigación en medio de la pandemia de COVID-19 y que esto alcance a actividades como el surf (aunque no sea un “deporte de contacto”), tal como se ha hecho en muchas zonas de Europa donde se practica la disciplina.
Sin embargo, el argumento policial no resulta, a todas luces, admisible puesto que, recordó, el surf es incluso un deporte olímpico oficial (que además posee reconocimiento como deporte extremo acuático por excelencia en muchos países).
Pérez Lantigua relacionó este hecho —que le informaron amigos y colegas suyos— con las tradicionales trabas oficiales para la práctica del surf en Cuba; algo que lo ha llevado a buscar patrocinios y una carrera profesional por cuenta propia en el extranjero.
Según el atleta, hasta en dos ocasiones lo invitaron a competir por Cuba en eventos panamericanos (como también a otros), y en ningún caso recibió “permiso” del Instituto Nacional de Deportes (INDER), aun cuando buscó respaldo oficial.
Tanto en la isla de Guadalupe como en Perú hace tres años, Pérez Lantigua compitió —gracias a que pudo viajar con una residencia italiana— sin “reconocimiento” por parte de las autoridades de La Habana.
De hecho, en el país sudamericano, contó, “un funcionario cubano” se le acercó y le dijo que él no podía competir porque “no era oficial”.
Además de no dejarlo representar a su país “sin razón alguna”, Pérez Lantigua recordó que en la costa peruana no se pudo siquiera poner el himno nacional de Cuba en el momento de su participación, tal como se hizo con los demás contendientes.
De acuerdo con el surfista, siempre asiste a competencias internacionales en representación de Cuba: “Pero siempre lo dejo claro: Cuba, el pueblo…”, dijo.
Asimismo, Pérez Lantigua sostuvo que tanto él como otros surfistas cubanos se han acercado al INDER en muchas ocasiones para tratar de oficializar eventos en la isla —donde asegura que hay muchos “talentos” y buenas olas, contrario a lo que se cree a menudo—, pero que una y otra vez les han negado esa posibilidad (“no hay federación”, han respondido).
El INDER “jamás y nunca ha apoyado nada”, enfatizó el deportista. “De hecho, hasta a veces ha prohibido… un deporte súpersano”. Eso aun cuando, según explicó, nunca han pedido dinero —lo ponen los propios practicantes o, dado el caso, sus patrocinadores— ni tablas de surf a la institución.
De acuerdo con él, las cosas entre policías y surfistas en alguna ocasión han llegado al punto de meterlo preso a fin de provenir una posible emigración ilegal “remando” o “nadando”: “Porque dicen que si me voy pa Miami…”
“Cosas absurdas”, subrayó el en su directa Pérez Lantigua, quien además relató una historia ocurrida “hace muchísimos años” según la cual “el INDER, [su entonces vicepresidente, Alberto] Juantorena” decomisaron una donación —un contenedor— de tablas proveniente de Australia.
“Y el hijo de Juantorena después se apareció en la playa como con tres tablas de surfear nuevas”, dijo.
Comentó además que hace algún tiempo padeció cáncer y que se recuperó en Italia; no en Cuba porque, según explicó, no había los medicamentos necesarios: “En Cuba yo me iba a morir, pero, bueno, ese no es mi tema…”
La historia de Arnán Pérez Lantigua ya ha sido narrada antes en CiberCuba: “El trasplante de médula ósea se realiza con su madre, con un cincuenta por ciento de compatibilidad. Una vez concluida la operación, le prohíben surfear durante nueve meses. Pero a los cuatro meses, sin autorización médica, por voluntad espiritual propia, Arnán regresa de nuevo al mar”.
Pero su tema ahora, insistió el atleta cubano, es este: “Han sacado a todos mis amigos del agua diciéndoles que el surf no es un deporte, y además en tremenda mala forma”.
“Yo quiero hacer un llamado al INDER y al gobierno cubano a que recapaciten sobre el deporte y, en este caso, especialmente, el surf…”, finalizó.
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